Según la legislación española, un accionista debe lanzar una opa una vez que alcanza el umbral del 30% de participación, un porcentaje que parece que Lukoil está tratando de evitar.

Lukoil, sin embargo, no pagaría el doble del precio actual de las acciones de Repsol si no fuera a obtener el control de la compañía española, argumentó Javier Cremades, secretario general de Aemec.

La asociación rechaza la operación de Lukoil a menos que la compañía rusa ofreciera a los accionistas minoritarios el mismo precio que está ofreciendo a Sacyr.