En su opinión, la restricción del crédito no permite suplir la necesidad real de vivienda y ha provocado en el sector un "ajuste excesivo" y una caída "abrupta" de actividad.Pérez prevé que de continuar con los ritmos de edificación de los cuatro primeros meses del año, en 2008 sólo se construirán unas 200.000 viviendas, lo que supone una tercera parte del total de viviendas construidas en 2007.El secretario general del G-14 considera que 200.000 viviendas son "muy pocas" para absorber la demanda de vivienda de la población, que cifra en 350.000.Pérez explicó que el Banco Central Europeo (BCE) ya ha inyectado otros 20.000 millones euros y puso como ejemplo las inyecciones de liquidez acometidas en el Reino Unido por el Banco Central de Inglaterra.De acuerdo con Pérez una inyección de liquidez similar en el sistema financiero español permitiría ajustar la oferta a la demanda y vender parte del stock del sector, que cifró en 500.000 viviendas.En este sentido, Pérez remarcó que el G-14 no pide al Gobierno medidas para salvar el sector, que según sus cálculos generará cerca de 250.000 desempleados este año, aunque sí considera que las autoridades deberían tomar medidas para reactivar el sistema financiero.Preguntado por la negativa de Solbes de ayudar al sector para establecer niveles artificiales de actividad, mostró su conformidad con el ministro, al tiempo que recordó que, de acuerdo con los datos difundidos hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el PIB cayó 8 décimas en el primer trimestre, un descenso de una "magnitud" que no recuerda haber visto antes."Hay que ser realista y esa es la realidad, pero también hay que ser optimista porque se pueden hacer cosas", afirmó.Pérez también pidió a las Comunidades Autónomas una bajada de los precios del suelo y a los Ayuntamientos una mayor agilización en la conversión de suelo rústico en urbano para poder reactivar el sector.