Lear explicó que esta decisión se produce después de haber alcanzado un principio de acuerdo con los comités de dirección de sus acreedores para llevar a cabo una reestructuración de su deuda. La compañía señaló que el proceso concursal únicamente afecta a sus actividades en Estados Unidos y Canadá.

"Las operaciones de la compañía fuera de Estados Unidos y Canadá están bien capitalizadas, bien posicionadas y tienen un fuerte respaldo para sus nuevos negocios", explicó la empresa con sede en Southfield (Michigan).

La corporación norteamericana indicó que la decisión de acogerse a la suspensión de pagos se ha producido como consecuencia de la crisis económica internacional y por la caída de los volúmenes de producción en el sector del automóvil. Lear afirmó que esta iniciativa se orienta a proteger el interés de su negocio a largo plazo.

Asimismo, la firma estadounidense aseguró que durante su periodo de reorganización seguirá dando servicio a sus clientes y apuntó que su plan de reestructuración cuenta con el apoyo de la mayor parte de los miembros de su comité de dirección, de sus accionistas y acreedores. En este sentido, confirmó que está buscando lograr el apoyo de acreedores adicionales.

357 MILLONES PARA SU REESTRUCTURACIÓN.

Lear destacó que hasta el momento ha recibido el apoyo de un grupo sindicado de acreedores, liderado por J.P. Morgan y Citigroup, que aportarán 500 millones de dólares (357 millones de euros al cambio actual) en financiación para el plan de reestructuración.

El presidente y consejero delegado de Lear, Bob Rossiter, explicó que esta reestructuración se está llevando a cabo para maximizar el valor a largo plazo de la empresa. "Creemos que el principio de acuerdo alcanzado con los comités de dirección de nuestros acreedores y accionistas para apoyar nuestro plan de reorganización nos permitirá emerger de forma expeditiva", finalizó.