Loss países más endeudados de Europa son vulnerables a recortes adicionales en su calificación, lo que hará subir sus costos de financiación y podría presionar a los estrategas para idear una respuesta más decisiva a la crisis de deuda de la región. 

Fitch Ratings bajó la calificación de Grecia a BB+ el 14 de enero, con lo que se unió a Standard & Poor’s y Moody’s Investors Service en asignar la calificación de “basura” Moody’s empezó a revisar la calificación de Portugal y España en diciembre después de que S&P inició el período de revisión de 3 meses de la calificación de la deuda española.

Una ola de recortes en las calificaciones podría comenzar en cuestión de semanas. Moody’s, que como las otras agencias calificadoras normalmente actúa a los 3 meses de indicar una revisión, puso bajo estudio la calificación de A1 de Portugal para una rebaja el 29 de diciembre, una semana después de hacer lo mismo para la calificación de Aa1 de España. Cualquier rebaja corre el riesgo de encarecer la financiación de deuda para los países, y sumará presión a los gobiernos para que acepten un rescate, dijo Tullia Bucco, economista para UniCredit SpA en Milán, según recoge Bloomberg.