La OCDE ha advertido sobre la desaceleración en la construcción y la necesidad de afrontar determinadas reformas estructurales para garantizar la competitividad.Además, la organización ha señalado en su informe trimestral que espera un crecimiento de la economía española de alrededor del 3,6%en 2007 y del 2,7% en 2008. En el año 2006 la economía nacional creció un 3,9%.En el informe del pasado mayo, la OCDE había previsto un crecimiento del 3,3% en el PIB de 2007 y del 3,1% en 2008. Sin embargo, ahora considera que la actividad probablemente seguirá boyante en 2007 antes de desacelerar en 2008 y que la demanda nacional será el principal impulsor del crecimiento, liderado por la inversión no residencial y el consumo público.Como en ocasiones anteriores, la organización cree que la inversión en construcción previsiblemente se desacelerará de forma significativa como consecuencia del enfriamiento en el mercado inmobiliario, aunque este efecto debería verse parcialmente compensado por la inversión en maquinaria y equipo ante la fortaleza del mercado empresarial.Los economistas de la organización pronostican un descenso de la inflación en 2007 por la caída en los precios del petróleo, pero advierten de un nuevo rebote en 2008.En este sentido, animan a España a mantener una política fiscal ajustada y a emprender una serie de reformas en mercados protegidos como el de la distribución, para mantener la competitividad. También insisten en reformar el sistema de pensiones para garantizar un crecimiento de la productividad.