Hace falta liquidez y el sistema está nervioso. Menos mal que las escasas referencias macroeconómicos que manejan los inversores dan algo de oxígeno y moderan las caídas con las que iniciábamos la sesión. El Zew de confianza económica de Alemania cerró septiembre en -41,4 puntos, una cifra ligeramente mejor que la del mes precedente y que logra superar las expectativas de los inversores. Entretanto, el IPC de la zona euro cayó en agosto hasta el 3,8% interanual, en línea con lo esperado. En cualquier caso, los comités de varios bancos centrales se reúnen de urgencia, aplican inyecciones de liquidez no esperadas, lanzan mensajes de tranquilidad, pero los mercados sucumben de nuevo a las ventas. Da igual que los índices estén en máximos anuales porque todo lo que cae puede caer aún más. Un día después de la quiebra de Lehman Brothers el terremoto financiero sigue amenazando la estabilidad de los mercados, que lejos de apaciguarse continúan revueltos. No en vano, la mayor aseguradora de EEUU, AIG, continúa sin encontrar caballero blanco con coraje suficiente para aportar la suficiente liquidez que necesita en un momento en el que varias agencias de calificación han recortado sus rating crediticios. Además, S&P ha rebajado a la categoría de
bonos basura la calificación de la mayor caja de ahorros y préstamos estadounidenses, Washington Mutual.Una situación complicada que podría llevar a la Reserva Federal a recortar los tipos de interés esta misma tarde, el Banco de Japón ha convocado una reunión de urgencia para abordar la situación, aunque ya ha decidido una inyección de más de 24.000 millones de dólares, al igual que la institución que preside Jean Claude Trichet, que ha inyectado 70.000 millones de euros a un día y 20.000 millones de libras el Banco de Inglaterra. Con todo, el Ibex35 pierde un 0,51% hasta los 10.842 puntos
Gráfico Ibex35

