Esto indica que la preocupación por el empleo se ha triplicado desde la encuesta similar realizada en abril de 2008.

Después del desempleo, las principales preocupaciones de los estadounidenses son la inflación (20 por ciento), la crisis de las hipotecas (14 por ciento), el mercado de valores (14 por ciento) y los impuestos (11 por ciento).


En abril de 2008 la mayor preocupación era la tasa de inflación, impulsada por los precios de la gasolina, y la compartía el 47 por ciento de los encuestados.

"En abril pasado los estadounidenses se angustiaban por los precios de la gasolina", dijo el director de encuestas de CNN, Keating Holland. "Ahora se angustian por el índice de desempleo y la preocupación creciente de que no hay buenos empleos disponibles".

En febrero el índice de desempleo subió al 8,1 por ciento, el más alto en 25 años. Desde que comenzó la recesión en diciembre de 2007 la economía ha perdido unos 4,5 millones de puesto de trabajo y, oficialmente, hay 12,5 millones de personas desempleadas.

La situación económica general preocupa al 63 por ciento de los encuestados, en tanto que la asistencia de la salud es la preocupación principal para el 9 por ciento, el déficit presupuestario para el 8 por ciento, y las guerras de Irak y Afganistán para el 7 por ciento, según la encuesta.