Las perspectivas de estos expertos no varían con respecto al consenso. Creen que 2018 será de nuevo un año de crecimiento sincronizado en todo el mundo que dejarían la expansión global creciendo a un ritmo del 3,7%. En concreto, señalan que “en 2018 se prevé una aceleración en la aportación al crecimiento mundial de los mercados desarrollados (ya por encima del 2%) y de los mercados emergentes (en el entorno del 4,9%), estos últimos liderados por la resiliencia en el crecimiento en China, y la salida de recesión de Brasil y Rusia”.

Sin embargo, el fin del ciclo podría estar cerca. Señalan que “la dinámica de la actividad económica global también muestra signos de estabilización y anticipa que quizás se esté en el preámbulo de un cambio de ciclo que se materializaría hacia finales de 2019”.

Siguen existiendo riesgos, indican estos expertos. “E mundo vive aún un fuerte momento de expectativas que, pese al dinamismo de la actividad económica, todavía dista del desempeño de los indicadores reales. Este riesgo podría transformar la visión continuista del 2018 en un escenario de riesgo. En este caso, el catalizador sería un shock de liquidez global que podría verse aumentado y transmitido por una mala gestión monetaria y un comportamiento pro-cíclico de las carteras de inversión globales”, indican en la aseguradora.

ESPAÑA

En este contexto, España sigue a la cabeza del crecimiento en Europa, “pero difícilmente repetirá el éxito registrado en 2017”, apuntan. En opinión de estos expertos, “la madurez en el ciclo y el coste del desconcierto político, sitúan el crecimiento previsible en 2018 cerca del 2,6% (frente al 3,1% que se prevé registre en 2017), lo que no deja de ser un crecimiento superior a su senda de largo plazo”.  Han calculado que los riesgos de la inestabilidad política restan un 0,3% al crecimiento.

En su opinión, esta desaceleración estaría determinada, entre otros motivos, “por la mella que está dejando en la confianza de inversores y consumidores la inestabilidad en Cataluña (efecto estimado de entre -0.2%y -0.5% pbs en el crecimiento) que obliga a postergar ciertas decisiones de inversión, así como por la subida de los precios del petróleo que erosionará la renta disponible”. Con todo, como en otras ocasiones, será la demanda exterior la que limite estos efectos negativos.

 

España Mapfre

 

“Los riesgos más evidentes para la economía española parecieran ser los derivados de los conflictos regionales, en especial la crisis catalana, que más allá de la volatilidad a la que se halla asociada puede tener consecuencias en la estabilidad política actual, así como en la correcta aprobación y ejecución de los Presupuestos Generales del Estado”, dicen en la firma.

 

Incertidumbre y prima de riesgo