Tras analizar algunas causas y consecuencias de la crisis financiera, destacó que efectuar reformas radicales de los principios de valoración de activos podría suponer una reducción "notoria" de la transparencia que cualquier sistema de información financiera debe facilitar. El vicepresidente del organismo supervisor señaló que la crisis ha desencadenado situaciones que no estaban contempladas en el momento de la elaboración de las normas de contabilidad y que han exigido una "respuesta rápida".
Así, reconoció que los distintos organismos han sabido "estar a la altura de las circunstancias" y han actuado con "rapidez y agilidad", a pesar de la "novedad" de los fenómenos considerados. Por otro lado, Restoy instó a que se revise el actual marco de autorregulación de los tasadores inmobiliarios y financieros, y, del mismo modo que se está planteando con las agencias de calificación, solicitó que se amplíen los requisitos normativos y el establecimiento de mayores controles sobre su actividad. Además, Restoy recalcó que la transparencia sobre la situación de las empresas se debe ver como "requisito imprescindible" para la superación de la crisis actual, así como para el adecuado funcionamiento de los mercados.
Explicó que una parte importante de la tensión experimentada por el sector bancario durante la crisis generada por las hipotecas de alto riesgo estadounidenses estuvo determinada por las normas contables de valoración.En este sentido, Restoy destacó que las entidades españolas se encuentran entre las "menos afectadas" por los efectos de la crisis financiera, al no estar expuestas a instrumentos cuyo precio se ha visto afectado por la crisis, en parte gracias a la actuación del supervisor bancario.

