La compañía seguirá operando bajo la marca Turquoise y el 40% que no es propiedad de LSE permanecerá en manos de los actuales accionistas, entre los que figuran Morgan Stanley (MS), Deutsche Bank (DB) y Goldman Sachs (GS). LSE añadió que pretende vender hasta otro 9% de la sociedad a otras partes interesadas.

La operación se ha materializado con papel en su totalidad. LSE financiará la nueva compañía los dos primeros años. En 2008, Turquoise sufrió una pérdida antes de impuestos de 15,7 millones de libras, mientras que sus activos brutos eran de 11 millones de libras.