Las alcaldías de 13 poblaciones del estado de Nueva Gales del Sur y una aseguradora acusan al brazo británico de Standard & Poor's y a varias sociedades financieras de haberles inducido a comprar bonos que tenían la máxima clasificación en 2006, de AAA, y de los que aseguraban entonces que tenían más de un 99 por ciento de posibilidades de beneficios.

Los demandantes aseguran que perdieron más de 14 millones de dólares estadounidenses (10.824 millones de euros) en los bonos de titulación de deuda de proporción constante (CPDO, siglas en inglés) que les habían aconsejado.

Exigen la devolución de las pérdidas a la calificadora de riesgo y el banco ABN Ambro, la entidad que emitió los títulos.

Standard & Poor's también es investigada en Estados Unidos por la calificación que dio en 2007 al fondo Delphinus y su cartera de inversiones en hipotecas de alto riesgo.