Los Warrants otorgan a su poseedor el derecho teóricos, no la obligación, a comprar (CALL) o a vender (PUT) un número determinado de títulos sobre un activo (subyacente), a un precio establecido (precio de Ejercicio o Strike) y hasta una fecha fijada de antemano (vencimiento). Por tanto, un Warrant es un contrato a plazo.

Un Warrant de compra (CALL) sobre Repsol YPF
con precio de ejercicio 21 euros, prima de compra (precio Ask) de 1 euro y Vencimiento 12 meses equivale a decir que se está pagando 1 euro para tener el derecho, no la obligación, a comprar Repsol YPF a 21 euros en el plazo de 12 meses. Siempre que la acción cotice a un precio superior al Precio de Ejercicio (también llamado Strike) más la Prima pagada por ese derecho, se estará dispuesto a hacer valer esa opción (derecho) adquiriendo la acción al precio de ejercicio o Strike del Warrant.

En el caso de un Warrant de venta (PUT) sobre Repsol YPF con Precio de Ejercicio 20 euros,
Prima de compra (precio Ask) de 1,05 euros y vencimiento 12 meses, equivale a decir que se están pagando 1,05 euros para tener el derecho, no la obligación, a vender Repsol YPF a 20 euros en el plazo de 12 meses. Siempre que la acción cotice a un precio inferior al precio de ejercicio menos la prima pagada, se estará dispuesto a hacer valer esa opción vendiendo la acción al precio de ejercicio o Strike del Warrant.

De esta forma, puede comprobar cómo la evolución del precio del Activo subyacente va a hacer que la Prima del Warrant sea más alta o más baja, tanto en el caso del CALL como en el caso del PUT.

¿Qué ventajas ofrecen los Warrants?

Atendiendo al tipo de Warrant, el inversor tiene la posibilidad de posicionarse al alza, con Warrant CALL, pero también a la baja, con Warrants PUT, sobre una gran variedad de Activos Subyacentes.

La inversión en Warrants es reducida teniendo en cuenta que la prima de los mismos, su cotización, es un valor pequeño. Sin embargo, su potencial de beneficios es limitados como consecuencia de apalancar una inversión reducida sobre un activo subyacente con un precio mucho más grande.  Además, la principal ventaja de los Warrants es el apalancamiento o efecto multiplicación.

No es lo mismo ejercer que negociar un Warrants

No hay que confundir ejercer un Warrants que negociarlo. Ejercer un Warrants consiste en hacer valer el derecho teórico que éste confiere. Mientras tanto, negociar un Warrants supone aprovechar la liquidez del producto para comprar y vender el Warrants en mercado.

Ejercer un Warrants CALL equivale a llevar a cabo el derecho teórico que el producto derivado confiere, es decir, comprar el activo subyacente del Warrant al precio de ejercicio fijado. No obstante, ejercer un Warrant PUT supone vender el activo subyacente al precio de ejercicio.

Además, una de las principales ventajas de los Warrants es la alta liquidez que tienen en el mercado, lo que posibilita la negociación de forma continuada en unas condiciones muy similares a la negociación de acciones.