El paso de los primeros minutos de negociación está dejando mayores pérdidas en la principal bolsa del mundo. Así, el Dow Jones de industriales avanza en negativo un 0,40% hasta los 12.360 puntos; el tecnológico Nasdaq se deja un 0,20% en los 2.660 enteros, mientras que el S&P 500 -índice que alberga las ilusiones de todos los alcistas- pierde a esta hora un 0,40%, aunque mantiene los 1.270 puntos.

El espectacular dato de empleo, 50.000 nuevos puestos por encima de las previsiones de los analistas no ha conseguido aguantar las compras más allá de la apertura del mercado americano a pesar de lo que apuntaban los futuros. Las previsiones estimaban un repunte de hasta 150.000 nuevos empleos, según los analistas consultados por la agencia Reuters, después de otro incremento de 120.000 personas en el mes de noviembre. Pero se han quedado cortos. Estados Unidos creó 200.000 nuevos empleos durante el mes de diciembre, lo que coloca la tasa de desempleo en su nivel más bajo de los últimos tres años, hasta e 8,5%.

Pero, sin duda, lo que marca estos dos últimos días de cotización en los mercados es la debilidad de la moneda comunitaria frente al dólar americano. Se coloca en el 1,28 y no tiene visos de mejora a corto plazo. Las tensiones sobre la deuda soberana no remiten; la prima de riesgo española sigue instalada en los 380 puntos básicos y para colmo de males, la agencia de calificación Standard & Poor´s sigue empeñada en aguarle la fiesta a Francia. Hoy ha asegurado que los mercados ya tratan al país del Elíseo como un estado de triple 'B'. La debilidad del euro es evidente, además, contra el yen que sigue marcando mínimos históricos al perder el nivel de 100.

En el terreno empresarial, Citigroup mantiene sus esfuerzos por deshacerse de OneMain y que pase a manos de inversores privados, tal y como recoge esta mañana el diario The Wall Street Journal.

Alcoa, el mayor productor de aluminio, podría abrir la temporada de resultados con pérdidas y registrar las mayores caídas de los últimos 3 años. Se debe en parte a la caída del precio del aluminio, que se ha dejado un 13% el último año. La compañía ya ha anunciado que reducirá el 12% de su producción global con el objetivo de ajustarla a la caída de los precios del aluminio.