La fecha esperada para la firma definitiva era el pasado jueves 25 de marzo, coincidiendo con la celebración de sus respectivos consejos de administración, día en el que finalmente no se realizó por quedar algunos flecos pendientes por cerrar y cuestiones de índole técnico por definir, si bien confiaron en que se irán solventando a lo largo del proceso, que "no tiene vuelta a atrás".

Entre ellos, podría figurar algún aspecto relativo al fondo de pensiones de la británica --que acumula un déficit de 3.700 millones de libras esterlinas (unos 4.100 millones de euros)--, y uno de los principales escollos de la operación.

La fecha coincidió con la convocatoria de la segunda jornada de paros de cuatro días de los tripulantes de cabina de la aerolínea británica, que comenzaron ese mismo jueves y finalizaron ayer.

CLÁUSULA DE SALVAGUARDA

Según el acuerdo vinculante que fija las bases para la fusión, y que ambos consejos aprobaron en noviembre, la ecuación de canje será del 45% para la española y del 55% para la aerolínea británica, y el coste de la operación alcanzará los 350 millones de euros.

La compañía fusionada tendrá como presidente a Antonio Vázquez, mientras que Willie Walsh será el consejero delegado y el actual presidente de BA, Martin Broughton, ocupará el puesto de vicepresidente.

Se espera que la operación genere unas sinergias de aproximadamente 400 millones de euros, adicionales a las que ya obtienen de la explotación conjunta de las rutas entre España y Reino Unido.

Iberia se ha reservado el derecho a resolver el contrato de fusión si el acuerdo final entre BA y los administradores de su fondo de pensiones no es "razonablemente satisfactorio" para la aerolínea española en el caso de que implique un "empeoramiento significativo" de las premisas acordadas.

EL NUEVO GRUPO

La nueva compañía, que tendrá como accionistas a los actuales de Iberia y British, tendrá su sede social en Madrid, mientras que la financiera y operativa estará en Londres, si bien culminada la fusión, tendrá su sede en España a efectos fiscales. El consejo de administración estará formado por 14 miembros, siete elegidos por cada una de las compañías.

El acuerdo tendrá que ser aprobado por sus respectivos accionistas y por las autoridades aeronáuticas de Reino Unido y España, además de por los organismos de competencia, que deberán pronunciarse sobre la admisión de las acciones de la nueva compañía en la cotización del índice FTSE de Reino Unido.

La nueva Iberia-British, denominada TopCo provisionalmente, aunque se habla de otros nombres como International Airlines Group, se convertirá en el tercer grupo aéreo en Europa con una facturación aproximada de 15.000 millones de euros, contará con una flota de 419 aviones y volará a 205 destinos de todo el mundo.