La compañía puntualizó en un comunicado que dicha cifra, que sólo contabiliza los daños provocados en el pasado mes de diciembre, incluye el coste de los aviones alquilados, la atención a los clientes afectados por los retrasos y cancelaciones --como alojamiento y comidas--, el refuerzo de la plantilla en los aeropuertos y centros de atención telefónica, las reclamaciones, los coste de imagen y las pérdidas ocasionadas por la cancelación de los vuelos.

No obstante, la compañía aseguró que acreditará en el momento procesal que corresponda los daños y perjuicios adicionales que está generado la huelga de celo desde el 31 de diciembre.

A consecuencia de la huelga, Iberia canceló entre los días 4 y 31 de diciembre cerca de 500 vuelos, contrató otros 152 con otras compañías y registró un índice de puntualidad del 40%.