Qatar Airways, el mayor accionista de IAG (Iberia) con el 25,1% de las acciones, ha confirmado su apoyo a la propuesta de aumento de capital y se ha comprometido irrevocablemente a suscribir sus derechos de suscripción preferente. El resto de la propuesta de aumento de capital está asegurada en su totalidad, por los bancos Morgan Stanley, Goldman Sachs y Deutsche Bank por medio de un contrato de aseguramiento.

Esta transacción es la tercera oferta de acciones mas grande en Europa desde 2019, seguida por la emisión de derechos de Cellnex por 4.000 millones de euros y la colocación acelerada en primario de 3.500 millones de dólares de la compañía británica Astra Zeneca.

IAG apunta que la ampliación de capital reforzará el balance de la compañía, "reduciendo su apalancamiento financiero y aumentando su posición de liquidez".

IAG lanza una ampliación de capital tras registrar pérdidas de 3.806 millones

El grupo hispanobritánico defiende que tiene "un modelo operativo contrastado y exitoso, respaldado por una cartera de marcas de primer nivel mundial, posiciones globales de liderazgo en cada uno de sus mercados locales y una estructura única. El grupo tiene una trayectoria contrastada en la consolidación del mercado, generando valor a los accionistas a través de excelentes retornos dentro del sector y una creciente rentabilidad operativa".

Asimismo, IAG sostiene que ha actuado con rapidez para mitigar el impacto de la pandemia Covid-19, reforzando la liquidez y protegiendo su futuro a largo plazo. Estas actuaciones han tenido como objetivo preservar la liquidez mediante una serie de medidas, entre ellas: reducción de capacidad; reducción de costes operativos; la acogida a los sistemas de protección de empleo en el Reino Unido, España e Irlanda; reducción del gasto discrecional, incluida la reducción a la mitad de las inversiones planificadas en los próximos tres años, y la reducción significativa de entregas futuras de aviones.

El grupo de aerolíneas, entre las que incluyen marcas como Iberia, British Airways o Vueling, también ha accedido a fuentes adicionales de liquidez, incluyendo la extensión de su acuerdo comercial a nivel mundial con American Express por 750 millones de libras y ha obtenido financiación adicional de aviones. 

El grupo anunció el viernes unas pérdidas después de impuestos y partidas extraordinarias de 3.806 millones de euros en el primer semestre, frente a un beneficio de 806 millones de euros en el mismo periodo de 2019, ya que la mayoría de las aeronaves del grupo permaneció en tierra en el segundo trimestre, con una mínima programación de vuelos de pasajeros para viajes esenciales y repatriaciones.

En términos operativos la pérdida fue de 1.365 millones de euros en el segundo trimestre, en consonancia con lo esperado por el mercado.

La capacidad operada en el segundo trimestre disminuyó un 95,3% respecto a 2019 y para el semestre disminuyó un 56,2% respecto a 2019.

El grupo prevé que la capacidad aumentará durante el tercer y cuarto trimestre hasta un -74% y un -46% en comparación con 2019, respectivamente, "pero este plan es muy incierto y está sujeto a la relajación de las medidas de confinamiento y a las restricciones de viaje", según reconoce la propia empresa.

IAG espera que la demanda de pasajeros tarde al menos hasta 2023 en recuperar los niveles de 2019 y está reestructurando su base de costes para reducir el tamaño de cada aerolínea, con un plan de recorte de empleo y condiciones que se encontrado con el rechazo de la plantilla.

 

La empresa también dio detalles el viernes sobre el plan de sucesión de su presidente, Antonio Vázquez, que se retirará a principios de enero de 2021, y será sustituido por Javier Ferrán.