El Gobierno de EEUU espera, según se deduce de los presupuestos, que este ejercicio acabará con un déficit de 1,75 billones de dólares.

En general, este primer presupuesto recoge ya la visión política que el presidente Obama quiere aplicar al país en los próximos años.

Así, contempla la creación del fondo que perseguirá en los próximos diez años extender la cobertura sanitaria de manera universal, y que será pagado en parte mediante un aumento de los impuestos a los mas ricos, todos aquellos que cobren más de 250.000 dólares anuales.

En paralelo, se irán aplicando recortes en los gastos para reducir el déficit presupuestario hasta los 533.000 millones en el 2013.

El presupuesto también incluye el ambicioso programa de ayuda al sector financiero, que consumirá el próximo ejercicio fiscal la cifra neta de 250.000 millones de dólares.

El desembolso real será de 750.000 millones, si bien el Gobierno de Barack Obama confía en recuperar medio billón, 66 centavos por cada dólar invertido.

En materia energética, el proyecto de presupuestos prevé la eliminación de importantes exenciones impositivas para la industria de petróleo y gas natural.

Además, impondrá un nuevo impuesto sobre el crudo y gas del Golfo de México que proveería al Gobierno de 5.300 millones de dólares en ingresos desde el 2011 hasta el 2019.

El presupuesto presentado hoy, un sumario de 140 páginas de un documento mucho más detallado que se entregará al Congreso en abril, representa, según dijo hoy públicamente Obama, "un relato honesto de dónde estamos y a dónde pretendemos ir".