Hacia las 11.15 GMT, el barril de petróleo se cotizaba en baja, a 111,54 dólares en Londres y 113,21 dólares en Nueva York.Aunque Georgia no produce petróleo, fue elegida por las petroleras occidentales como vía de paso para transportar hidrocarburos del mar Caspio. El oleoducto Bakú-Tiflis-Ceyhan (BTC), que culmina en el puerto mediterráneo de Ceyhan, en Turquía, transita por este pequeño país pro-occidental.Con una capacidad de transporte máxima de 1,2 millones de barriles por día, este oleoducto, cuya construcción costó unos 3.000 millones de dólares, fue inaugurado en 2006.La aviación rusa lo atacó el martes, declararon a la AFP las autoridades georgianas. Por su lado, el comando ruso respondió que el oleoducto BTC no es un blanco de las fuerzas armadas rusas, mientras que la petrolera británica BP, que opera el oleoducto, dijo no estar al tanto de un ataque.La situación puede parecer paradójica: los precios siguen bajando cuando una infraestructura que transporta más de 1% de la oferta mundial de crudo parece directamente amenazada.Una serie de elementos explica no obstante la aparente indiferencia del mercado petrolero."De todos modos, el oleoducto no funciona en este momento, porque los kurdos lo hicieron explotar en territorio turco", recordó Nathalia Leshchenko, analista de la consultora independiente Global Insight.Tras verse afectado el 5 de agosto por un incendio provocado por una explosión en un tramo situado en el este de Turquía, el oleoducto fue cerrado durante 15 días.Según Leshchenko, esto minimiza considerablemente los riesgos de ataques. Si la infraestructura fuera bombardeada "no habría incendio porque no hay nada que quemar", subrayó."El tramo georgiano es bastante corto, lo cual hace que la infraestructura pueda ser reparada bastante rápidamente, en un plazo de unas seis semanas, según nuestras estimaciones", agregó.Otro elemento que modera las inquietudes sobre la oferta de oro negro es que el petróleo que transita vía el oleoducto puede ser transportado por tren, o utilizar un oleoducto ruso que culmina en el terminal de Novorosiisk, en el mar Negro, o, tercera alternativa, utilizar un oleoducto que desemboca en el terminal de Supsa, en Georgia, en el mar Negro.Pero los operadores son prudentes ante la guerra de propaganda entre Rusia y Georgia y eso los torna menos reactivos a los diversos anuncios."Como las dos partes están inmersas en una guerra de desinformaciones, es difícil vender petróleo en función de grandes titulares" ligados al conflicto, destacó Olivier Jakob, analista de la consultora Petromatrix.El mercado "se vio tranquilizado al enterarse de que Rusia detenía sus operaciones militares", agregó Andrey Kryuchenkov, analista de la casa de corretaje Sucden.El presidente ruso Dimitri Medvedev ordenó el martes el fin de la operación militar rusa en Georgia.Ciegos a Georgia, los operadores sólo tienen ojos para el consumo petrolero que se desinfla y el dólar que sube."El dólar se beneficia de un rebote importante desde el viernes", lo cual presiona al mercado petrolero, subrayó Kryushenkov.El fortalecimiento del dólar desalienta las compras de petróleo, porque erosiona el poder de compra de los inversores fuera de la Eurozona.