Esto responde a las cláusulas pactadas en el plan de rescate de Irlanda con la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).


La Ley (de Estabilización) de Instituciones Crediticias de 2010 recoge varias de las recomendaciones incluidas en el llamado Memorándum de Entendimiento, firmado el pasado 28 de noviembre y que permite a Irlanda acceder a una ayuda de 67.500 millones de euros. Entre otras medidas, la legislación prevé que, bajo "ciertas circunstancias", según dijo Lenihan, los tenedores de deuda subordinada carguen con parte de las pérdidas incurridas por las entidades financieras.