Para Christian Noyer, se ve claramente la importancia de reforzar la gobernabilidad del sistema financiero mundial. Además, destaca que la intervención del Banco Central Europeo (BCE) con las inyecciones de liquidez no tenía como objetivo "salvar a los especuladores, sino evitar que, de rebote, instituciones sanas y ahorradores prudentes sean golpeados".Noyer rechaza la creencia según la cual cuanto más bajos son los tipos de interés mejor funciona la economía y señala que la semana pasada el BCE dejara los tipos sin variación es una decisión que demuestra que ese organismo adopta medidas en función de la coyuntura real, sin prejuicios.A partir de ahora se trata de restaurar la confianza de los ahorradores y los inversores, aunque admite que puede alcanzarse después de un tiempo. Y es que la experiencia de crisis anteriores demuestra que su duración y la manera en que se resuelven son difíciles de anticipar.