Los tipos de interés mantenidos por los bancos centrales en mínimos históricos, hacen que los inversores busquen mayores rentabilidades en economías emergentes, lo que produce que se revaloricen sus divisas. Ya no es sólo China quien está controlando el tipo de cambio de su moneda, India, Brasil, Corea, Tailandia y Perú, están poniendo en práctica todo tipo de medidas para impedir la revalorización de sus divisas, que perjudicaría sus exportaciones.
Así mismo, y por primera vez en 6 años, el Banco de Japón ha iniciado medidas para devaluar su moneda de forma drástica, tras alcanzar la semana pasada su máximo en 15 años respecto al USD.


En este entorno el EURO ha tomado posiciones, alcanzando respecto al USD niveles superiores a 1.4150, tras cerrar de forma consecutiva numerosos sesiones diarias por encima de su precio de apertura.


Existen señales tanto para decantarse por un retroceso del EUR/USD como para una continuación de su particular rally, siendo definitivo para vislumbrar que puede suceder en el largo plazo, las medidas que se tomen en las reuniones de la FED y del G20, que se celebrarán en Noviembre.

En mi opinión, el EUR/USD ha tomado posiciones, y aunque es previsible tanto por fundamentales como por análisis técnico, un retroceso a corto plazo, quizás brusco, hasta niveles en torno a 1.3450 - 1.3500, considero que se producirá a continuación un rally sostenido hasta alcanzar niveles objetivo de 1.4550 - 1.4600.



No es de extrañar que ante la incertidumbre actual el Oro haya alcanzado máximos históricos y una revalorización del 20% durante el 2010, sino que incluso se prevé que seguirá contando con la confianza del inversor, como valor refugio, durante el 2011, con valores objetivo de 1.450$ a finales de año y 1.650$ a finales del 2011.

El EUR/JPY no refleja a nivel técnico ninguna señal de cambio de tendencia, por lo que podríamos esperar una continuación de su tendencia bajista, con objetivos muy razonables en torno a 105.00. Sin embargo, debemos considerar en este caso un posible cambio de tendencia provocado tanto por la intervención del Banco de Japón, como por el absoluto declive de la economía Japonesa que se refleja en la evolución de todos sus indicadores fundamentales.