La caída del déficit de la balanza por cuenta corriente
se debió, principalmente, a la reducción del déficit de rentas y, en mucha menor medida, al aumento del superávit de la balanza de servicios, que compensaron la ampliación del déficit de la balanza comercial y de transferencias corrientes.

En concreto, el déficit de la balanza comercial creció un 4,3% hasta septiembre y se situó en 34.920,8 millones de euros.