El documento, de carácter semestral y titulado "Luchando con las Fuerzas de la Recesión Global", expone que los países del Lejano Oriente deberán enfrentarse a un rival hasta ahora desconocido, el aumento del desempleo, causado por la pérdida en las exportaciones.

Sin embargo, la situación de China supone "un rayo de esperanza en un horizonte sombrío" para la economía asiática.


En este sentido, el Banco Mundial rebajó el mes pasado la previsión de crecimiento del PIB chino en el 2009 al 6,5%, una cifra sensiblemente menor a la de años anteriores pero todavía alta.

"La recuperación en China -ayudada por el plan de estímulo económico gubernamental- puede empezar este año y tomar el impulso total en 2010, contribuyendo potencialmente a la estabilización de la región", asevera el texto.

Este dato condiciona, a su vez, al crecimiento de los países en desarrollo de Asia Oriental, cuya previsión de crecimiento para este año se sitúa el 5,3%, casi tres puntos menos respecto al 8% registrado en el 2008.

En general, las economías más avanzadas de la zona -denominadas Economías de Nueva Industrialización y en las que se incluye Hong Kong, Taiwán y Corea del Sur, entre otras- son las más castigadas, tras entrar en recesión por su exposición al mercado exterior en exportaciones en productos como electrónica y textil.

Entre los países en desarrollo, el BM cita el caso específico de los estados más pobres, como el caso de Camboya, cuya evolución pasará de superar el 10% en el 2007 a apenas lograr el 1,5% en 2009.

Por este motivo, el organismo internacional reconoce un frenazo en la tasa de reducción de la pobreza, ya que 10 millones de asiáticos más de los previstos subsistirán con menos de un dólar al día.

De hecho, se producirá un incremento neto de la población bajo el umbral de la pobreza en los países medios: Camboya, Malasia, Timor Oriental y Tailandia, especialmente afectado por el descenso del turismo.

Los datos oficiales muestran como el paro en Asia Oriental ha subido de 23 millones a finales del 2007 a 23,6 millones al término del año pasado, pero el BM asegura que las cifras están maquilladas por los gobiernos y son "sustancialmente mayores".