Nouriel ha afirmado hoy en la CNBC que “el Banco de Japón podría hacer una tercera ronda de “quantitative easing” (QE)”. Ésta sería la tercera, tras la que hizo el lunes pasado, cuando duplicó el dinero destinado a la compra de bonos del gobierno en una medida de emergencia, y, la de octubre, cuando utilizó cinco billones de dólares para comprar activos y frenar el yen.

“Necesitan un gran estímulo fiscal para la reconstrucción, pero el problema es que cuentan con un gran déficit público y con un stock muy grande de deuda” ha comentado Nouriel.

Roubini, uno de los gurús de Wall Street, augura que “una vez que el déficit aumente, necesitarán reconstruir las zonas del país que han sido dañadas. Ahí es cuando el Banco de Japón empezará una nueva ronda de “quantitative easing", es decor, la QE III”.

Los analistas han estimado que el terremoto y la emergencia nuclear podrían costarle a Japón en torno a 200 billones de dólares, lo que equivale a un 4% de su PIB. Este proyecto merma la ya frágil economía fiscal del país. Su gobierno es uno de los más endeudados y su déficit es de en torno al 9% del PIB.

Pero Roubini augura que “la futura reconstrucción puede hacer crecer la economía japonesa a finales de año, tras la interrupción en la producción causada por el cierre de las fábricas”. El experto ha añadido que “todo esto significa que la tercera economía del mundo podría escapar de la recesión. Si reconstruyen lo suficientemente rápido, la política de estímulos podría liderar la recuperación del crecimiento”.

Finaliza con un vaticinio, “aunque hay riesgos para el crecimiento japonés, yo no predeciría necesariamente otra recesión en estos momentos”.