Durante el 2009 Vidrala vio disminuidas sus ventas La empresa facturó 382,4 millones de euros el año pasado, un 1,3% menos que en 2008, lo cual, “ya es una ruptura con la tendencia natural que venimos mostrando”, dice Raúl Gómez, pero, en cualquier caso, apunta que “la magnitud es la clave, ya que la caída fue contenida por la disciplina en la gestión de los precios de venta y a los beneficios de nuestra diversificación hacia mercados geográficos con fundamentales más sólidos que la media”.


En concreto, los
mercados en los cuales Vidrala ha encontrado un nicho de negocio son el mercado francés e italiano con consumo favorable al vidrio como material de embase y con circunstancias menos deterioradas que en España”.

Además, el responsable de relaciones con los inversores de la compañía apunta que “la menor carga financiera fue fruto de un balance estable y una mayor optimización fiscal”. Esto habría compensado “la utilización de capacidades productivas en niveles menores a los óptimos”.

Para este 2010 desde Vidrala reconocen que “las incertidumbres por factores macro se mantienen, pues la visibilidad en los mercados es menor a la que estamos acostumbrados”. Aún así, confían que “el 2010 no será peor que 2009”.

Con respecto a la situación del sector de la fabricación de vidrio, responden desde la compañía que “el contexto económico afecta al consumo privado y de ello depende la demanda final de embases, no obstante, nuestro mercado es relativamente estable y, salvando la excesiva debilidad que vivimos en la primera mitad del 2009, las variaciones deberían ser limitadas estable”. Ante la mejora de la situación internacional, confían en que “la mayor diversificación en 2010 debería ser mejor que en 2009”.

De la política de retribución de los accionistas comentan desde Vidralia que “en los últimos 5 años hemos incrementado el dividendo cerca de un 20%, manteniendo crecimientos progresivos en los últimos 15 años. Nos deberíamos mantener en esa línea”.