Está claro que el desastre económico que supondría la entrada de EEUU en recesión, haría temblar las bolsas del mundo entero, con los índices americanos a la cabeza. Albert Edwars, estratega de Société Générale, cuantificó estas caídas del mayor mercado del mundo en torno al 60% el día que lanzó al mercado un mensaje preocupante: “es prematuro pensar que el peligro de recesión en EEUU haya pasado”.
 
Barack Obama y Ben Bernanke lo tienen claro; no están dispuestos a permitir que EEUU vaya a caer en recesión. Y para ello no les tiembla la mano a la hora de inyectar liquidez en el mercado, como se demuestra con la puesta en marcha de un plan que incluye la inyección de 600.000 millones de dólares y que tiene como fecha tope hasta finales del segundo semestre del próximo ejercicio.
 
Pero ¿va a ser esto suficiente para evitar que la mayor economía del mundo caiga en recesión? Muchos de los expertos consultados por Estrategias de Inversión consideran que el peligro de recesión es real, a pesar de que el secretario del tesoro de EEUU, Timothy Geithner haya reiterado en varias ocasiones que descarta esa posibilidad.
 
Gonzalo Cañete, Head of Trading Desk en España ve en el entorno económico mundial “señales de desconfianza y de peligro, también, en la economía de la mayor potencia del mundo.” Y es que a pesar de que algunos indicadores macroeconómicos no están siendo del todo malos, como los de empleo por ejemplo, la recuperación se está haciendo esperar tanto que parece que le falta fuelle.
 
Este peligro es más que evidente para Bernabé Gutierrez, CEO de Arthur Global Practice. La propia inyección de liquidez por parte de la FED es un claro síntoma de la situación, así como la propia forma de actuar en el último año; las autoridades americanas, según Gutierrez, están haciendo lo imposible “para evitar cualquier escenario de deflación a la japonesa.
 
Muchos inversores coinciden en que la QE2 va ser causa de una importante inflación futura, pero los mandatarios americanos, según Gutierrez, lo tienen claro, “mejor una inflación futura que una deflación presente”. El mayor problema que observa el CEO es sin duda la capacidad de esta medida para enderezar el curso de la economía “ya que existe un alto grado de posibilidades de que no surta el efecto deseado”.
 
De las consecuencias sobre el posible fracaso de estas medidas, Edwards cuantificó en un 60% el castañazo, Bernabé considera que lo que debemos tener en cuenta es el timing. “Lo que está haciendo Edwards es lo que los anglosajones llaman mug´s game”, -una pérdida de tiempo- “ya que es imposible saber si va a caer un 60%, un 40% o un 20%.
 
La otra cara de la moneda se pone desde IG Markets. Daniel Pingarrón, analista de la firma, tiene una visión más optimista sobre este tema. De hecho considera que el riesgo de recesión en EEUU “es mínimo y podría descartarse definitivamente en el tercer trimestre del año próximo, un trimestre después de la finalización del QE2”. Todo ello, claro, si el plan funciona en los términos en los que Obama y Bernanke lo han planteado.
 
Damian Querol, director de análisis de Banco Gallego asegura que “no se va a producir otra recesión en EEUU”, a pesar de que siguen existiendo riesgos como el inmobiliario. Sobre este sector los mandatarios americanos ya han puesto medidas para reducir el posible impacto; en concreto el gobierno ha puesto un plan de infraestructuras por valor de 50.000 millones de dólares.