Dos días enteros en los que las redes sociales y medios de comunicación han comenzado una lucha por destapar si el futuro de Apple-  ahora que Steve Jobs deja el mando de consejero delegado- seguirá igual que hasta ahora. Parece que Tim Cook, futuro consejero delegado de la compañía, no lo tiene fácil. A pesar de que el propio Cook hizo saber a sus trabajadores que "Apple no va a cambiar (...). Steve ha sido un líder increíble y mentor para mí y los mejores años de Apple están por llegar", las especulaciones sobre el rumbo que tomará la compañía no cesan. 

Una incertidumbre que, de momento, no se refleja en la cotización de la compañía que- al ritmo del 2.2%- eleva el preico de sus títulos hasta los 382.62 dólares. El hecho de que Jobs no abandone la compañía - se queda como presidente del consejo pero alejado de las decisiones diarias - es - en palabras de Roger Cheng, de CNET News, recogidas por
El Mundo- "como si el consejero delegado es Luke Skywalker y el presidente, Yoda".


Lo cierto es que le queda un durísimo trabajo por delante, que además será evaluado con lupa por expertos, analistas, inversores y consumidores. Bajo el reinado de Steve Jobs, y desde su vuelta en 1997, Apple se ha revalorizado el 6.795% en Bolsa. Y recientemente superaba brevemente, pero por primera vez, a Exxon Mobil como la compañía más valiosa del mundo por capitalización. Todo ello apenas una década y media después de encontrarse al borde de la quiebra.

El principal  reto de Cook será mantener una peculiar cultura empresarial; la creatividad y las decisiones arriesgadas han marcado sus principales hitos, como el lanzamiento del iPhone o del iPad. Juega a su favor su sólido historial como sustituto de Jobs durante sus bajas por enfermedad, tanto en 2004 como este mismo año.