Con una tasa de desempleo en cotas históricas, ajustes a la baja en las estimaciones de crecimiento de PIB, la prima de riesgo en niveles altos,... ¿Está España en la encrucijada o por el contrario no es tan dramática la situación?
En nuestra opinión, se podría estar produciendo un proceso de destrucción creativa. La situación actual nos está obligando a tomar decisiones, en algunos casos estructurales, difíciles de tomar en otro entorno. Habíamos regado demasiado la planta y ahora toca adaptarnos a los nuevos tiempos. Saldremos más fuertes de esta crisis. Nosotros vemos una oportunidad en la situación actual e igual que no tenía sentido que los árboles creciesen hasta el cielo, tampoco debemos hundirnos en el pesimismo.

¿Cómo llega un valor a la cartera? ¿Cuál es el proceso para elegir un determinado activo?
Las ideas pueden tener tanto un punto de partida externo, con recomendaciones por parte de nuestros proveedores, como interno, con ideas que surgen dentro del equipo. Tratamos que todas ellas pasen por un riguroso proceso antes que un valor entre en cartera y con el objetivo de que tengan un período de permanencia largo. Como ejemplo, este verano hemos vendido valores que compramos a principios de 2009. La fidelidad a una modelo de gestión creemos que ayuda a que las cosas salgan razonablemente bien en el medio y largo plazo.


Las principales posiciones del fondo son bancos, ¿no cree que es una apuesta arriesgada en estos momentos?

Este fondo ha estado prácticamente fuera del sector bancario desde principios del 2009 hasta este verano,  donde decidimos aumentar, de forma significativa, nuestra exposición. Estamos inmersos en el proceso de consolidación y capitalización del sector y creemos que las cosas se están haciendo mejor de lo que parece. No hay que olvidar que ya llevamos más de un 10% de nuestro PIB destinado al saneamiento del sector, básicamente vía provisiones. Creemos que comprar BBVA por debajo de su valor contable “tangible” es una muy buena oportunidad, ya que a estos precios apenas pagas por el negocio mejicano. Es un buen ejemplo de nuestra forma de trabajar, yo diría que un “pelín” contraria.

Según la política de inversión del fondo, Telefónica tiene recomendación de venta, cuando es un valor generalmente muy recomendado y sin embargo mantienen en cartera otras tan dispares como Acerinox o Mediaset España. ¿En base a qué se establecen estos criterios?
Más que una recomendación de venta, tiene un peso inferior al del índice. Es una cuestión de valor relativo, pensamos que Telefónica está barata, sin duda, pero después de muchos trimestres encontramos cosas más baratas.

En el caso de Acerinox estamos ante una compañía de mucha calidad, creo que no me equivoco si digo que de las mejores compañías de acero inoxidable del mundo, con mucha exposición a EEUU y con un potencial de crecimiento interesante en Asia con el desarrollo de su planta de Malasia. Cotiza en línea con su valor contable y creemos que merece bastante más.

El caso de Mediaset es significativo, en los últimos años la composición de nuestra cartera tenía un componente muy internacional, superior al del Ibex 35 que es cercano al 50%  de su beneficio, eso lo estamos matizando. Según nuestros cálculos, a los precios actuales, Mediaset recoge caídas superiores al 3% del PIB en España para 2012. Nos parece exagerado y lo vemos como una oportunidad.

¿Cree que el inversor español confía en el mercado español a la hora de invertir o preferimos mercados extranjeros?
No sólo el inversor español, creo que todos los inversores tienen ese gusto por lo local, lo que conoces y ves más cercano. Para bien o para mal creemos que es algo lógico.

¿Qué características tiene un fondo de inversión libre?
Desde un punto de vista de gestión, nos amplia el abanico de posibilidades. Con rigor y sabiendo lo que se hace creemos que esta categoría le proporciona más oportunidades al gestor y, por lo tanto, al partícipe. Por supuesto que los mandatos de gestión  tienen que estar igualmente definidos. Una cosa es libertad y otro libertinaje.


¿Tiene el fondo flexibilidad para poderse adaptar a la alta volatilidad del mercado español?
Sin ninguna duda. En nuestra opinión en bolsa un buen sinónimo de volatilidad es oportunidad. El valor intrínseco de las compañías no varía tanto y cuando lo hacen las cotizaciones creemos que es labor del gestor aprovechar estas imperfecciones del mercado. Es en ese punto donde un producto FIL se puede adaptar, como un camaleón, a la situación del mercado.


¿Cree que la Bolsa Española está barata? ¿Es buen momento para hacerse con una buena cartera a precios razonables?
A 8000 puntos el Ibex 35 está claramente infravalorado cotizando por debajo de su valor contable y pagando apenas 8 veces beneficios. A esto le uniría una más que interesante rentabilidad por dividendo del 7%. Además, no hay que olvidar que el 50% de los beneficios del índice no se generan en España y tiene una significativa exposición a mercados de crecimiento como Brasil. Definitivamente sí, la bolsa española está barata y lo que es más importante es que en los mínimos de este año pensamos que el potencial de descenso  comienza a ser limitado. Esa es un variable clave para invertir en cualquier activo ya sea financiero o real, que el potencial a la baja no sea muy elevado.


¿Cuáles son las principales características de fondo y para qué perfil es adecuado?
Invertimos en 10 valores españoles, sin tamaño de compañía objetivo  aunque tratamos de que al menos un 75% del patrimonio del fondo esté en valores del Ibex 35. No tiene sesgos marcados ni de estilos ni de capitalización y, por regla general, su nivel de inversión estará alrededor del 100%. El objetivo del fondo es presentar un mejor comportamiento que el Ibex 35 y hacerlo con niveles razonables de riesgo y rotación de cartera.

En ocasiones te encuentras fondos españoles que invierten en 60  - 70 valores cuando con los 5 mayores casi replicas al índice. Tienes la sensación que quien diversifica demasiado no sabe dónde está invirtiendo.

El perfil adecuado es el de inversor en fondos de renta variable con período de permanencia superior a los tres años.