Recuerdan que en los dos últimos años, el mercado de la renta fija y la renta variable ha experimentado varias fases, quizá poco comunes en las que se ha podido observar la muerte de esa correlación negativa entre los dos activos. Es decir, que cuando la rentabilidad de los bonos subía, la de la renta variable caía y viceversa. Pero en estos años la actividad de los bancos centrales y sus inyecciones de liquidez han venido a cambiar todos los paradigmas conocidos.

Así, recuerdan que de mediados de 2015 a mediados de 2016 la rentabilidad de los bonos y la renta variable cayeron al unísono ante los temores de que la economía mundial no creciera.

Por el contrario, a mediados de 2016 ocurrió todo lo contrario, ante la expectativa de mejoras en el crecimiento mundial.

Pero ahora, afirman, la rentabilidad de los bonos americanos ha vuelto a caer tras la publicación de algunos datos macro, lo que ha reducido la rentabilidad de los treasuries en 40 puntos básicos desde principios de año. Sin embargo, el inicio de la bolsa no ha podido ser mejor.

Con todo, en Citi apuntan que “el liderazgo de las bolsas ha estado muy ligado a la dirección de la rentabilidad de los bonos. La caída de la rentabilidad suele favorecer a los sectores más defensivos y sensibles a los tipos de interés –inmobiliarias y utilities-.  Por el contrario, la mejora de la rentabilidad favorece a financieras y cíclicas, aseguran.

En un reciente informe de los analistas de la firma, con todo, han descubierto que “la rentabilidad de los ganadores y perdedores sugiere que esta influencia de la rentabilidad de los bonos se ha reducido algo”. Con todo, señalan que hay tres sectores que lo han hecho mejor que el mercado en estas tres fases de los bonos en el último año y medio: tecnología, industriales y construcción. Explican que  de media todos tienen de media un mejor flujo de caja que el mercado, unos balances más robustos, exposición a los mercados emergentes y en todos los casos han mejorado sus beneficios por acción.

En el caso de Europa explican que las compañías que comparten estas características tienen,  de forma general, una mayor sensibilidad al crecimiento global.  Y éste, quizá, podría ser el momento idóneo para esas compañías ya que en la firma esperan que el crecimiento en todo el mundo siga siendo positivo hasta 2018.

Las compañías europeas que favorecen en este momento, si se sigue esta tendencia de inversión serían: ASML, Infineon, Kering, Philips, SAP y Siemens. 

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