Además, avisa de que si el Santander no contara con beneficio distribuible suficiente o se ve obligado a limitar la retribución de las acciones ordinarias o las participaciones preferentes, "no se pagará la remuneración o se pagará parcialmente", mientras que la remuneración no pagada no se podrá recuperar en años sucesivos.

El organismo que preside Julio Segura agrega que no existe una fecha fija de amortización final de las participaciones, por lo que sus titulares no tienen derecho a solicitar su amortización, aunque éstas podrán ser amortizadas a opción del emisor a los diez años de su emisión.

Indica también que no se va a solicitar la admisión a cotización en España de las participaciones preferentes, sino en un mercado organizado de la UE. Según explica, su liquidez podría verse limitada por la ausencia de un mercado de negociación activo y los precios de cotización serán, con carácter general, "sensiblemente inferiores a su valor nominal".

El Santander espera que, una vez emitidas las participaciones, las agencias Moody's, Standard & Poor's y Fitch les asignen una calificación crediticia de 'Aa3', 'A+' y 'A+', respectivamente.