El presidente de British Airways(BA), Willie Walsh, ha destacado que "todo apunta hacia una crisis prolongada". Unas declaraciones que se conocen a poco menos de un mes de que el 30 de junio venza el plazo que se dieron la empresa y los sindicatos para negociar sobre las condiciones de los trabajadores de la aerolínea.

De esas conversaciones con las centrales sindicales tiene que salir, en opinión del presidente de British Airways, un compromiso que permita adoptar "un cambio permanente" de mentalidad empresarial y garantizar "nuestra supervivencia a largo plazo".

Las posiciones están lejanas, sobre todo entre la empresa y los pilotos y el personal de cabina, que no quieren renunciar, ni siquiera temporalmente, a una serie de beneficios laborales porque temen que la empresa no se los devuelva una vez superada la crisis.

Walsh subraya que ni siquiera las soluciones temporales son suficientes y señaló que se trata de hacer frente "al mayor desafío que ha afrontado nunca nuestra industria".

"Nuestra supervivencia depende de que logremos reducir costes permanentemente y que lo hagamos con rapidez", argumenta.

Hace dos semanas, BA anunció pérdidas antes de impuestos durante el último año financiero (de abril a marzo) por valor de 401 millones de dólares, una cifra sin precedentes que contrasta con los 922 millones de libras que había ganado en el ejercicio anterior.