Para Fernández Ordóñez, el impacto "dispar" de la crisis en las distintas economías no puede resolverlo el Banco Central Europeo (BCE), sino que deben ser los gobiernos nacionales los que adopten las reformas estructurales necesarias.

En cualquier caso, insistió en que ahora la cooperación y coordinación entre autoridades nacionales, particularmente en Europa y en la UEM, es "más necesaria que nunca".

De hecho, reiteró, las respuestas basadas en la adopción de medidas diseñadas desde enfoques "eminentemente nacionales" están "destinadas al fracaso".

Aunque los retos son "de primera magnitud" y las incertidumbres "muchas" por la presencia de poderosas "tendencias recesivas", Fernández Ordóñez mostró un "razonable grado de optimismo" sobre la capacidad de las autoridades para hacerles frente.

A los países con "tendencias más inflacionistas", el gobernador les recomendó que hagan las reformas estructurales necesarias, así como que cambien sus instituciones laborales y el mercado de alquiler, mientras que a los países "menos dinámicos" les aconsejó que lleven a cabo una mayor privatización, un mayor desarrollo de la competencia, y que el sector privado tenga más peso en la economía.

A los agentes sociales y a las autoridades económicas les corresponde ser "plenamente conscientes" de las reglas del juego de una Unión Monetaria, agregó.

En relación a la moneda única, el gobernador del Banco de España consideró "evidente" su contribución hoy día a la reducción de la incertidumbre en los agentes económicos y a la estabilidad.

"Cualquiera puede darse cuenta de la magnitud y seriedad de los problemas financieros a los que se hubieran enfrentado estos países (los de la UEM) si, en esta coyuntura, cada uno hubiera conservado su moneda", destacó.

No obstante, sí advirtió de que para que el euro se consolide "aún más" hay "muchas tareas importantes por hacer", como cuidar la política fiscal y, reiteró, acometer las políticas estructurales necesarias.

Durante el mismo acto, el ex gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, destacó el impulso decisivo que ha supuesto la UEM para los mercados, ofreciendo mejor transparencia en la fijación de precios y la competencia de productos.

Rojo repasó la creación de la zona euro y destacó que en el caso de España era necesario que los agentes económicos y financieros vieran que podría hacer frente a ese desafío, en lo que era a su juicio una oportunidad que "no se podía dejar escapar".

Asimismo, destacó que la UEM "ayuda" a resolver problemas y a evitar la aparición de otros, si bien advirtió de que no es la solución a todos los problemas, ni facilita por si misma el diseño de la política monetaria.