El portavoz de la Asociación Española de Banca (EAB), José Luis Martínez Campuzano, resalta en un informe que ni la Reserva Federal de EEUU u el Banco Central Europeo (BCE) son una exxpeción, ya que los principales bancos centrales han utilizado en mayor o menor medidas las medidas de tipo cuantitativo comprando activos para luchar contra la crisis, acompañadas de otras medidas no tradicionales (en Europa tenemos el tipo de depósitos en negativo) y tradicionales con tipos de interés próximos a niveles nulos.

Citi espera que a mediados del próximo año las compras netas de papel por parte de los principales bancos centrales sean nulas, consecuencia de la reducción de balance por la Fed (las últimas actas del FOMC conocidas incluso anticipan que esto puede ocurrir antes de fin de año) y reducción en las compras de papel por el resto. Especialmente por el BCE…

Normalizar la política monetaria pasa por no tomar nuevas medidas, anticipando la reversión de las ya tomadas. Esto último es la estrategia de normalización, bajo un esquema transparente y responsable de comunicación, que muchos esperamos para los próximos meses. Y el tiempo pasa muy rápido.


Pero, según el portavoz de la AEB, es evidente que la valoración anterior de responsable también obliga a que las decisiones sean prudentes y muy meditadas. Primando la estabilidad financiera a medio y largo plazo sobre la del corto plazo, pero tratando de minimizar el coste en esta última. Todo esto es lo que deben valorar los bancos centrales. Y hacerlo bajo un escenario, el actual, de fuerte dinamismo económico, pero baja inflación.


El BCE fija su política monetaria en una inflación estable del 2 % a medio plazo. En el caso de la Fed combina el objetivo de inflación con el crecimiento.
¿Y dónde queda aquí la estabilidad financiera?, preguntanta Martínez. Seguro que responderán, dice el portavoz de la AEB que las medidas preventivas, macro prudenciales, son las adecuadas para limitar los riesgos de excesos a medio plazo derivados de unas medidas monetarias excesivas.

Aunque, según Martínez, hay otra forma de verlo: estas medidas dan tiempo para que el ajuste de los excesos en política monetaria sea paulatino. Un ajuste por otro lado obligatorio.