El aumento del crédito está jugando un papel relevante en la recuperación económica tras la crisis provocada por la pandemia sanitaria: desde la financiación a las pymes o al sector agrícola para la compra de maquinaria más sostenible, hasta préstamos para la adquisición de una vivienda, un coche o productos de consumo. En el caso de Banco Santander, el crédito mantiene una tendencia positiva en las tres grandes regiones en las que opera: Europa, Norteamérica y Sudamérica.

El grupo español despidió el primer trimestre de este año con una fuerte actividad comercial. La cartera crediticia total creció hasta marzo un 5% en tasa interanual (2% frente al último trimestre de 2021) y superó el billón de euros. Se trata del nivel más alto alcanzado por la entidad, que se sitúa como líder mundial (a excepción de la banca china), según el ranking elaborado por Bloomberg. Santander supera así a gigantes norteamericanos como JP Morgan y Bank of América, o al británico HSBC, que tradicionalmente han liderado esta lista. La cartera de créditos de JP Morgan, que ocupa el segundo lugar en el pódium, asciende a 946.500 millones de euros. “Esto es posible gracias a la capacidad de generación recurrente de resultados del banco, que le permite seguir acompañando el crecimiento de sus 155 millones de clientes con más crédito, al tiempo que refuerza su capital y distribuye dividendos a sus accionistas”, señalan desde la entidad.

Por geografías, Sudamérica está en cabeza con un crecimiento del 9% en términos interanuales; seguida de Norteamérica (incluye Estados Unidos y México), que aumenta la inversión crediticia un 8%, y Europa, con un 4%. Por su parte, la producción crediticia de Digital Consumer Bank creció el 17% interanual. Este segmento aglutina el negocio de financiación al consumo en Europa y el de Openbank, continúa afianzando su liderazgo en este mercado. Reino Unido y España son los mercados que mayor actividad crediticia aportan a Santander, con más del 50% del total del grupo.

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El crecimiento de la actividad crediticia se apoya en la buena marcha del segmento de particulares, en especial en préstamos hipotecarios y de consumo, que aumenta un 6% interanual al cierre del primer trimestre. De hecho, en España, donde el crédito creció un 6%, el repunte en este tipo de financiación fue especialmente significativo y superó niveles previos a la pandemia, lo que ha permitido mejorar la cuota de mercado del banco en ambos productos. Además, destaca el incremento en el negocio de clientes corporativos e institucional (Santander Corporate & Investment Banking), con un alza del 11%.

También los recursos de clientes alcanzaron su cifra más alta, 1,1 billones de euros (un 5% más); y los depósitos crecieron un 5%, hasta los 906.000 millones de euros gracias al aumento en la mayoría de países. Los fondos de inversión aumentaron un 6% hasta los 191.000 millones de euros, como consecuencia de la entrada neta de fondos y la recuperación de los mercados. En el caso de España, los depósitos mostraron un incremento del 9%.