El balance anual 2018 del Grupo Santander presentado la semana pasada tiene un aspecto sano al revelar una distribución de los recursos de clientes equilibrada y diversificada: el 61% corresponde a cuentas a la vista, el 22% a saldos a plazo y el 17% restante a fondos de inversioÌÂÂÂn, que están fuera de balance.
Basándose en esta distribución de la política de recursos de clientes y en una contención de costes, el ROE del Santander subió del 7,14% en 2017 al 8,21% en 2018, dato fundamental para que el beneficio atribuido sumara un total de 7.810 millones de euros, un 18% más que el año anterior y la mayor cantidad de los últimos 9 años en la historia del Grupo.
En conjunto, los recursos de clientes subieron el 4% interanual (sin impacto de los tipos de cambio), hasta sumar 906.000 millones de euros, con ocho de las diez principales filiales internacionales creciendo (en las otras dos los recursos apenas varían). En su detalle se ven aumentos sobre todo en depósitos a la vista y en depósitos a plazo, mientras que los fondos de inversión se mantienen prácticamente estables (-0,4%), por el entorno de caída de mercados generalizada.
Los depósitos a la vista aumentaron el 6%, con crecimientos en prácticamente todas las filiales internacionales. Los depósitos a plazo subieron el 2% por la buena evolución de los países latinoamericanos, en especial Brasil, que creció el 29%, gracias a su estrategia de sustitución de letras financieras por depósitos de clientes lo cual permite optimizar el coste del pasivo. Estos incrementos compensaron disminuciones registradas en Reino Unido y, sobre todo, en España.
Recursos por países
Por países, los recursos subieron en ocho de las diez principales unidades, con especial éxito en Argentina (+51%), Polonia (+32%), Brasil (+15%) y Portugal y Chile (+8% ambas). Hubo crecimientos mas moderados, en torno al 3% o 4%, en Santander Consumer Finance, en México y en Estados Unidos. En España y en Reino Unido los saldos apenas variaron, por la fuerte reduccioÌÂÂÂn de los saldos a plazo (y de ahorro en el caso de Reino Unido), que anularon los crecimientos del 8% de las cuentas a la vista en España y del 2% de las cuentas corrientes en Reino Unido.
Junto a la captacioÌÂÂÂn de depoÌÂÂÂsitos de clientes como clave de la gestión, Grupo Santander también considera “de valor estrateÌÂÂÂgico” mantener una poliÌÂÂÂtica selectiva de emisioÌÂÂÂn en los mercados internacionales de renta fija, “procurando adaptar la frecuencia y volumen de las operaciones de mercado a las necesidades estructurales de liquidez de cada unidad, asiÌÂÂÂ como a la receptividad de cada mercado”, según explica la memoria explicativa de los resultados de 2018. Las emisiones de Grupo Santander en el año fueron las siguientes:
− Medio y largo plazo de deuda senior por 17.585 millones de euros y de covered bonds colocadas a mercado por 6.376 millones de euros.
Emisiones para cumplir con el requerimiento de TLAC (Total Loss-Absorbing Capacity) para fortalecer la situacioÌÂÂÂn financiera del Grupo, por un importe total de 13.544 millones de euros, distribuido del siguiente modo: senior non-preferred, 10.284 millones; deuda subordinada, 1.760 millones, y preferentes, 1.500 millones.
Los vencimientos de deuda a medio y largo plazo fueron de 21.711 millones de euros. El Grupo colocó en el mercado nuevas operaciones de titulización por importe de 20.554 millones de euros y extendió el vencimiento de otras por importe de 2.069 millones de euros adicionales, con lo que el total ascendió a 22.623 millones de euros.
La evolucioÌÂÂÂn de creÌÂÂÂditos y recursos hizo que la ratio de creÌÂÂÂditos sobre depoÌÂÂÂsitos se situara en el 113% (109% en diciembre de 2017). La ratio de depoÌÂÂÂsitos maÌÂÂÂs financiacioÌÂÂÂn de medio / largo plazo sobre creÌÂÂÂditos fue del 114%, lo que demuestra una holgada estructura de nanciacioÌÂÂÂn. Los creÌÂÂÂditos aumentaron el 4% interanual (sin impacto de los tipos de cambio) con ocho de las diez principales unidades creciendo, especialmente en los paiÌÂÂÂses emergentes, donde suben el 14%
Los preÌÂÂÂstamos y anticipos a la clientela brutos sin adquisiciones temporales de activos (ATAs) también continuaron mantiendo una estructura equilibrada: particulares (45%), consumo (17%), pymes y empresas (27%) y Corporate International Banking CIB (11%).