Los periféricos y las aseguradoras. Posibles daños colaterales

El mercado está flaqueando por los continuos miedos que despiertan los apodados PIGS o periféricos por lo que no es de extrañar que los valores que están invertidos en éstos también reciban su merecido, como es el caso de las aseguradoras. Sin ir más lejos, la principal empresa de este sector en España, Mapfre, mostraba en su balance que un 16% de su inversión en renta fija (5.080 millones de euros) estaba monopolizado por la deuda de Grecia, Portugal y España. Por ejemplo, su inversión en valores emitidos por Grecia, núcleo más candente de miedos y dudas del mercado, asciende a 540,5 millones de euros (1,7% de las inversiones e inmuebles). Ramón Carrasco, gestor de banca privada de BNP Paribas Fortis explica que esta exposición plantea un doble panorama: Por un lado “si hubiera un escenario de default esto sería muy malo para las aseguradoras pero, generalmente, estas empresas invierten en estos activos a vencimiento, por lo que el impacto de los problemas de deuda sería irrelevante, ya que la valoración es a TIR de compra”.



¿Miedo al contagio de los virus bancarios?

Algunos expertos consideran que las aseguradoras no van a salir escalabradas de los problemas de los bancos pues, si bien muchas de ellas pertenecen a entidades bancarias o comparten con éstas negocios, Alejandro Varela considera que “poco a poco se irán quedando con mayor participación en las alianzas con los bancos y no se verán afectados por la regulación financiera”. Es el caso de Mapfre, vaticina que incrementará su participación con alianzas del sector bancario.

Esta fortaleza y encaro a los bancos también es apoyado por la CEA (The European insurance and reinsurance federation), organismo que defiende que “el modelo de negocio de las aseguradoras es esencialmente distinto del de los bancos e intrínsecamente más resistente a la inestabilidad financiera a corto plazo”. Es por ello que “podría afirmarse que la industria aseguradora europea ha capeado el temporal de la crisis financiera considerablemente bien y, de hecho, apenas requirió una pequeña fracción de intervenciones del banco central y del gobierno”.

Gabriel Montalto, director en España de Hanseatic Brokerhouse, si bien cree que “el sector asegurador va muy de la mano del bancario en este momento porque muchas aseguradoras están asegurando bancos”, considera que “la medida de los 750.000 millones por parte del BCE a los bancos repercutirá positivamente en las aseguradoras ya que, aumentando la liquidez de las financieras ante quiebras, el riesgo de las aseguradoras disminuye”.


Posición de las aseguradoras europeas frente al exterior

A pesar de la buena evolución de la economía estadounidense, en tablero de las aseguradoras salen ganando las europeas frente a las americanas, según Varela. “Hay que reconocer que la recuperación es mayor al otro lado del Atlántico pero en Europa hay más valor en ellas”. Es más, el experto considera que “se han visto demasiado penalizadas por el riesgo país de los periféricos”. Dentro del Viejo Continente este gestor se decanta por “Mapfre, porque está muy barata y ha sido muy penalizada, ING y Axa”, ésta última por su exposición a Asia, una oportunidad que considera no deberían dejar escapar sus homónimas.

Ya no sólo las aseguradoras españolas gustan como recomendación de inversión, también gusta su modelo de negocio pues, como explica José Moreno Codina, managing consultant de Towers Watson “nuestro sector no tiene nada que envidiar al de otros países europeos incluso norteamericanos”. “Las técnicas que se utilizan aquí en todos los productos son tan vanguardistas como las que se puedan usar en los países más avanzados, por lo que no hay ningún complejo en el sector”.

Pero, ¿por dónde pasa el futuro de las aseguradoras españolas? Según Moreno Codina “controlar los riesgos y centrarse en nichos de mercado que dominen evitará defunciones en el sector”. También podríamos asistir a la desaparición de algunas compañías, como ya pasara con la mayor aseguradora del mundo, AIG, pero, “la salida o desaparición no tiene que ver necesariamente con el tamaño. Es más una cuestión de que la base de capital y las personas que están al frente sean capaces de gestionar los riesgos”.

Pese a que 2009 fue un año muy malo para las aseguradoras por la crisis, Ramón Carrasco prevé que en 2010 “haya una recuperación en volúmenes, primas y en seguros de vida” y, en cambio, dice que “irá mal en crédito y caución”.

La morosidad, que tantos quebraderos de cabeza está dando al sector financiero, no es un problema que las aseguradoras estén incubando, según los expertos. Carrasco sí admite que “el incremento de las primas ha llevado a que muchos clientes no suscriban seguros por la incapacidad de pagarlas pero no hay exceso de morosidad”. Por otra parte, también Moreno Codina dice que, frente a la morosidad, lo que sí ha crecido son “las anulaciones de recibos porque, si no se paga y es contrato anual, la compañía acaba anulando el contrato”. Pero esta situación no debe considerarse dramática, calma Moreno, quien destaca que “quizá se note más en el seguro de las empresas que particulares”. En el hogar -continúa- “la gente tiende a dos cosas: primero a reducir la cobertura y, si hay siniestros, a reclamar más, ya que va más apurado de dinero”.


El caso de Mapfre

Mapfre vio mermados sus beneficios del primer trimestre un 4,8% hasta los 273,1 millones. Las pérdidas se vieron principalmente acarreadas por el terremoto de Chile, calificado por Esteban Tejera, director general de la compañía, como “el mayor siniestro en la historia de la compañía” aunque, pese a las catástrofes naturales, Tejera afirmó que Mapfre “mira con optimismo el resto del ejercicio”.

Más allá de estos sucesos que escapan al mercado, el problema que pesa sobre Mapfre ahora es “la presión de la erosión de ratios combinados” lo que supone “riesgo de bajada de rating”. Recordemos que ya a principios de mes Standard and Poor's revisaba a ‘negativa’ desde ‘estable’ la perspectiva de los ratings de Mapfre. Si estas bajadas de calificación siguen dándose, “no sería una buena noticia para la aseguradora porque conllevaría un coste de refinanciación, aunque no habría que temer una posible quiebra de la empresa”, dice Ramón Carrasco.

La estrategia de Mapfre en los últimos tiempos ha sido “la de crecer vía Latinoamérica, lo que le ha ido bastante bien”, dicen desde BNP Paribas Fortis, aunque no está exenta de daños colaterales también en este entorno, como “su la bajada de su rating que se ve penalizado por los riesgos meteorológicos y de catástrofes naturales de estos países”. Estos riesgos al final “aportan volatilidad a la cartera de quien tenga estos valores”, dice Carrasco. La exposición de Mapfre a los emergentes, según Alejandro Varela, gestor de Renta 4 “le va a traer más beneficios que problemas”, es más, el experto considera que la aseguradora “debe seguir expandiéndose por Latinoamérica, buscando alianzas allí, por Asia e, incluso por Europa del Este”. Los problemas, en cambio, se los acarreará España pues, como nadie es profeta en su país, “el consumo español y el mercado doméstico nacional van a pesar en su negocio”, avisan desde Renta 4.

Por otro lado, Montalto recuerda que “habría que ver en qué sectores está asegurando Mapfre pues, por ejemplo, se rumorea que podía ser una de las aseguradoras de BP y todos sabemos el problema que esta petrolera tiene en el Golfo de México por el vertido de crudo, algo que podría hacerle recibir un fuerte golpe también a la aseguradora”.

Desde el punto de vista técnico, Gabriel Montalto observa que “está en los 2,22 euros, un precio no muy bueno. Hay que tener cuidado si pierde la zona de 2,10 euros que puede suceder si el Ibex 35 se va por debajo de los 9.000 puntos. En los 2,10 euros podríamos buscar un rebote alcista a 2,30-2,35 euros, pero acompañados de protección”.