El Gobierno argentino no quiere nacionalizar YPF y aspira a que la filial de Repsol eleve su producción de hidrocarburos, ha asegurado el jefe del gabinete del Ejecutivo, Juan Manuel Abal Medina.

Estas declaraciones se producen pocas horas antes de la reunión de este miércoles del consejo de administración de YPF, en la que podría abordarse el reparto de dividendos para el presente ejercicio.

Los rumores acerca de la nacionalización de YPF, en la que Repsol controla un 57% del capital, provocaron fuertes caídas en bolsa de la filial, de hasta el 15%, en los prolegómenos del discurso de Cristina Fernández de Kirchner de inauguración de legislatura, en el que finalmente no aludió a esta cuestión.

El jefe de gabinete aseguró que lo que se está produciendo es "una discusión que se busca enturbiar" y que tanto el Gobierno del país como las provincias están "buscando que haya producción".

Argentina "tiene que importar energía" pese a tener reservas, y lo hace mientras YPF "manda ganancias al exterior", señaló Abal Medina. "Es lógico que los que estamos a cargo el patrimonio de los argentinos nos preocupemos", añadió.

Hasta el momento, tres provincias argentinas, que son las de Chubut, Santa Cruz y Neuquén, han revertido las licencias concedidas a YPF para el desarrollo de yacimientos.

El diario La Nación explica que YPF trabajaba aún anoche en la formulación de propuestas para la reunión del consejo de administración, en la que previsiblemente se aprobará la convocatoria de una junta general de accionistas.

La asamblea de accionistas deberá pronunciarse acerca del reparto del dividendo, que hasta la fecha ha rondado el 90% de los beneficios obtenidos.