El comisario señaló que ese nuevo entorno menos favorable afecta "de manera especial" a un país en el que la construcción y la vivienda tienen un peso tan relevante y que tanto han contribuido en los últimos años al crecimiento y al empleo.Ante la insistencia de los periodistas en señalar al "culpable" de la desaceleración, Almunia zanjó, con una sonrisa: "son los mercados".Hizo hincapié, además, en que el ejecutivo de la UE espera un ajuste gradual del mercado inmobiliario y recalcó que, aunque la contracción afectará al crecimiento y al empleo, ambos factores siguen creciendo bastante por encima de la media de la zona euro.En concreto, destacó que el empleo pasará de crecer el 3% en 2007 al 2,1% en 2008, una tasa "que ya quisieran otros países".España seguirá también mostrando superávit público el año próximo, aunque menor que en 2007 -pasará del 1,8% al 1,2% del PIB-y la deuda pública proseguirá su senda de reducción -hasta menos del 35% del PIB en 2008-.En el lado menos favorable, Almunia reconoció que España mantiene una inflación "persistentemente superior a la de la zona euro" y la productividad crece a ritmo muy moderado.Advirtió de que nuestro país seguirá perdiendo competitividad mientras no corrija esos factores.Apuntó, por último, al creciente saldo negativo de la balanza por cuenta corriente -que, según las previsiones de Bruselas, rozará el 10% del PIB a final de 2009-, que no da muestras de corrección a pesar de la desaceleración.