Aedas Homes. David Martínez, CEO de Aedas Homes, avisa que “no tiene sentido aventurarse a pronosticar el futuro inmobiliario, basándonos en “presumibles subidas de tipos de interés” y que la demanda “sigue muy sólida desde el fin del confinamiento”, por lo que todo indica que seguirá fuerte por la escasa oferta que existe. Un escenario similar al de aquellos malos augurios que presagiaban “el derrumbe del mercado inmobiliario con la pandemia”. Al final, ocurrió todo lo contrario. Nadie sabía lo que iba a ocurrir porque estábamos en una situación nunca vista. A su juicio, “hay que ser cautos con las previsiones”.

Para Martínez, actualmente, el sector de la promoción residencial vive un momento muy dulce, gracias a una demanda sólida y solvente en todos los segmentos, tanto por parte de los jóvenes que requieren una casa en alquiler o en propiedad como de compradores que buscan una vivienda de reposición que atienda mejor sus necesidades actuales, y de personas que desean una vivienda turística”. Esta sólida demanda contrasta con una oferta escasa -explica- menor de la deseable, y que desde el sector de la promoción estamos incrementando con el desarrollo de promociones.

“La pandemia no ha afectado al negocio de la promoción residencial, sino todo lo contrario: ha sido un catalizador para que muchas familias tomen la decisión de cambiar de casa, gracias también al ahorro acumulado”. En consecuencia, sus efectos se han reflejado, principalmente, en los cambios en los gustos, hábitos y necesidades de los consumidores: ahora buscan casas en la periferia, con luz natural, sostenibles, espacios al aire libre (terraza o jardín) y estancias para trabajar en remoto. Las viviendas de obra nueva y, en concreto las de Aedas Homes, se adaptan perfectamente a las nuevas preferencias post confinamiento de la demanda. Por ello no hemos tenido que adaptarnos a las nuevas necesidades de los clientes, lo que se ha traducido en un elevado ritmo de ventas desde el fin del confinamiento y que se mantiene a día de hoy.

Hay que tener en cuenta -dice su CEO- que el sector de la promoción residencial en España está en los albores de un cambio en su modelo productivo. “Vamos a pasar de un modelo de negocio artesanal hacia una industria, algo que pasa por cambiar los procesos en el negocio, tanto a nivel comercial -en la forma dirigirnos a los clientes, haciendo que sea una de una forma mucho más digital y proporcionándole en tiempo real toda la información que precisa-, a nivel constructivo -implementando nuevos métodos como la industrialización- y mejorando la relación con el cliente: desde que entra a la web o en la oficina de ventas hasta tiempo después de que le entreguemos la vivienda”. Esta evolución deba ayudar a la actividad residencial a afrontar los desafíos que parecen comenzar a vislumbrarse. Por ejemplo, la industrialización de la promoción residencial debe servir para reducir los plazos de entrega de las casas y a aportar certidumbre sobre los costes de construcción, además de crear un empleo más atractivo, explica Martínez.