Los planes del Ejecutivo irlandés han despertado la ira de estas dos firmas que no están en absoluto de acuerdo con la imposición de quitas de hasta el 90% a las entidades privadas.

Dublín pretende rebajar en unos 5.000 millones de euros mediante la imposición de severas quitas de entre el 80% y el 90% a los bonos de las entidades irlandesas el coste de la factura de unos 70.000 millones de rescatar a la banca nacional.

En el caso de AIB, los planes del ministro de Finanzas irlandés, Michael Noonan, implicarían la asunción de pérdidas de entre el 75% y el 90% por parte de los tenedores de 2.600 millones de euros en deuda subordinada de la entidad.