Jens Weidmann, presidente del Bundesbank y miembro del Banco Central Europeo (BCE), asegura no querer especular con más decisiones sobre política monetaria en el Viejo Continente pero, en una entrevista concedida este domingo al diario italiano Il Sole 24-Ore, ha declarado que “pueden estar seguros de que aún tenemos herramientas a nuestra disposición”.
Weidmann, férreo defensor, como buen alemán, de las políticas de control de la inflación, se ha subido, no obstante, al carro del “estamos preparados y somos capaces de actuar”, una máxima que los miembros del BCE se esmeran en repetir para que cale en los mercados y evitar la tensión de los inversores. No en vano, la semana pasada, la última reunión del año del BCE se saldó sin nuevos estímulos para una economía europea que se recupera de manera tediosamente lenta. El mercado demandaba o más inyecciones de liquidez para los bancos, o una rebaja en los tipos sobre depósitos hasta tasas negativas. Sin embargo, tras recortar el precio del dinero en noviembre, el equipo de Mario Draghi ha decidido adoptar el modo “esperar y ver”.
Para Weidmann, los últimos movimientos del BCE muestran su compromiso de actuar si es necesario. Sin embargo, también como buen alemán, ha añadido un matiz sobre algunas de las herramientas aún disponibles: “el efecto no deseado que podrían tener debe ser sopesado”.
M.G.