El sondeo de 24 horas, realizado durante el fin de semana, es la última maniobra de Musk para deleitar a sus fans, pero con riesgo de controversia. Al anunciar la encuesta el sábado, Musk dijo en Twitter que acataría su resultado.
La decisión del jefe de Tesla de abrir a la Twittesfera la posibilidad de vender más de 20.000 millones de dólares en acciones se produce cuando la cuestión de cómo gravar a los multimillonarios ha ganado cierta tracción política en EE.UU.
A primera hora del lunes en Nueva York, Musk, que cuenta con 62,7 millones de seguidores en Twitter, aún no había respondido al resultado de una encuesta en la que el 58% de los 3,5 millones de personas que votaron dijeron que el empresario debería vender la participación.
Las acciones de Tesla, que se han disparado casi un 70% este año, catapultando el valor del grupo por encima de los 1.000 millones de dólares, cerraron con una caída de casi el 5%, convirtiéndose en el segundo peor resultado del S&P 500 y el mayor lastre del índice.
La encuesta sin embargo dividió la opinión. Algunos anunciaron los beneficios potenciales si Musk vendía, mientras que otros especularon con que el directivo estaba simplemente buscando apoyo para una venta que podría haber querido hacer de todos modos.
Musk señaló en una conferencia en septiembre que era probable que vendiera acciones en el cuarto trimestre, ya que tiene opciones que expiran a principios del próximo año.
Si sigue adelante, la votación provocará la salida al mercado de un enorme bloque de acciones de Tesla. Sobre la el precio de cierre del viernes, la participación del 17% de Musk en Tesla tenía un valor de 208.000 millones de dólares. No indicó cuándo ni cómo se deshará de las acciones.
Su uso de Twitter ha distinguido a Musk, que actualmente se hace llamar "Lorde Edge" en la plataforma, de otros ejecutivos de empresas, pero también ha atraído el escrutinio de los reguladores, especialmente por un tuit de 2018 en el que afirmaba que tenía la "financiación asegurada" para privatizar la compañía.