Mientras continúan las investigaciones por el avión malasio derribado cerca de Donetsk, la hostilidad crece al este de Ucrania, que se ha convertido una vez más en escenario de enfrentamientos entre las fuerzas prorrusas y los ucranianos, según informa Reuters.
Los investigadores estuvieron realizando las pruebas de las víctimas del vuelo MH17 de Malaysia Airlines, derribado en las inmediaciones la semana pasada. Los inspectores internacionales tuvieron acceso a los restos de cientos de víctimas, hacinados en vagones de ferrocarril refrigerados cerca del sitio donde se estrelló el avión. La catástrofe se saldó con 298 víctimas, de los cuales se han encontrado 272 cuerpos y 66 restos humanos.
Por su parte el Gobierno de Kiev informó de que reducidos grupos de pro-ucranianos, "auto organizados" estaban combatiendo a los rebeldes. Además, indicó que no había movilizado al Ejército regular hasta el centro de Donetsk, ciudad capturada en abril por separatistas prorrusos.
La ciudad de Donetsk está sufriendo el levantamiento de rebeldes contra el Gobierno de Kiev y el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, ha prometido que recuperará la ciudad como parte de lo que Kiev denomina su "operación antiterrorista" contra los separatistas.
Como resultado de los enfrentamientos, tres personas perdieron la vida cerca de la estación de ferrocarril y cerca del aeropuerto fuera de Donetsk, según confirmaron funcionarios públicos de salud.
LA ONU PEDIRÁ RESPONSABILIDADES POR EL DERRIBO AÉREO
Desde Estados Unidos se apunta que el derribo podría haber sido obra de rebeldes prorrusos y también acusa a Moscú, pero Rusia ha negado estar involucrada y culpó a los militares ucranianos por el desastre.
Asimismo, el Consejo de Seguridad de la ONU decidirá este mismo lunes una resolución para buscar responsabilidades y exigir una respuesta legal por el derribo del avión. Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea se reunirán el martes y podrían anunciar más sanciones, mientras que Gran Bretaña está presionando por medidas más duras e Italia dijo que espera una "respuesta enérgica y unificada".
La respuesta de Ucrania fue que está dispuesta colaborar en la investigación sobre el accidente con socios internacionales, quizás liderados por Holanda, pero que Kiev está convencido de que el avión fue derribado por "profesionales".