El vicepresidente y comisario de Economía de la Comisión Europea, Olli Rehn, ha declarado, en la rueda de prensa que ha seguido a la presentación de las previsiones de invierno de la Comisión Europea (CE), que las preocupaciones deflacionarias son "bastante distantes". Sin embargo, ha reconocido que la inflación de la Zona Euro se mantendrá baja y que puede tener un impacto en el reequilibrio de las balanzas fiscales de los Estados miembros.

Rehn también ha señalado que esta situación de baja inflación puede durar en el largo plazo, algo que el Banco Central Europeo (BCE) debería tener en cuenta, aunque se ha mostrado cauto al decir que no pretende "dar consejos al BCE".

El comisario de Economía ha mantenido un tono notablemente optimista durante su intervención y ha anunciado que la previsión de la CE es que todos los Estados de la Zona Euro crezcan en 2015.

Interpelado sobre la situación en España y las medidas del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, Rehn ha eludido criticar el anuncio hecho hoy de bajada de impuestos, aunque ha sugerido que no lo ve claro porque "es un reto bajar impuestos y cumplir con el déficit para 2015" a la vez. En cambio, el comisario europeo se ha mostrado partidario de continuar con la reducción del gasto público. Sobre el mercado laboral español, Rehn ha alabado su comportamiento, mejor de lo esperado, a finales de 2013, y ha previsto que continúe con esta tónica en 2014.

Cambiando de tema, otro de los asuntos que los periodistas han preguntado a Olli Rehn ha sido la situación en Ucrania y qué medidas van a tomar la Unión Europea y la Comisión Europea. El comisario de Economía ha contestado que "la prioridad es estabilizar el país políticamente" y que, una vez que se consiga, "necesitará asistencia económica". Entonces, según ha explicado, la UE, la CE y el resto de instituciones europeas deberán "coordinar recursos para poner en marcha un paquete de ayudas económicas a Ucrania".

Noemí Jansana