La abdicación del Rey Juan Carlos I en favor de su hijo, el Príncipe de Asturias, ha sido estudiada con sumo cuidado. El monarca no ha dejado ningún "fleco" suelto y tampoco el Gobierno y los líderes políticos que esbozaban en "secreto" los planes para que la sucesión fuera rápida y sin problemas.
Según El Confidencial, el Ejecutivo tiene listo un borrador de anteproyecto de ley orgánica para el desarrollo de los trámites de la abdicación, por lo que el Consejo de Ministros se reúne hoy de forma extraordinaria para aprobar ese texto elaborado por Presidencia, con Soraya Sáenz de Santamaría a la cabeza, y de acuerdo con Rafael Spottorno, jefe de la Casa Real. El borrador será inmediatamente calificado por la Mesa del Congreso y después aprobado por las Cámaras, antes de fin de mes.
Lo más interesante del borrador, más allá de la propia sucesión, son los artículos que se refieren al Rey. En fuentes parlamentarias se da por hecho que Don Juan Carlos mantendrá sus prerrogativas, es decir, el tratamiento de Su Majestad y la residencia en el Palacio de la Zarzuela, pues no ha habido ni un movimiento porque tanto el futuro Rey como la futura Reina no quieren trasladarse y prefieren seguir viviendo en la casa que construyeron y decoraron a su gusto, y separada menos de 300 metros del Palacio dentro del mismo complejo de La Zarzuela.
No obstante, sí habrá cambios a nivel orgánico y presupuestarios, ya que pasará a depender el nuevo jefe de la Casa Real cuando lo sea proclamado por las Cortes: Felipe VI.
M.D.