“Nuestro desafío ahora es hacer lo que la política monetaria puede hacer para sostener la expansión, de modo que los beneficios del fuerte mercado laboral vayan a más y que el inflación se centre en torno al 2%”, ha reconocido Powell. "La inversión empresarial y manufacturera se ha debilitado pero el sólido crecimiento del empleo y la subida de los salarios han conducido a un consumo robusto, apoyando un crecimiento moderado en líneas generales", ha agregado.En sus declaraciones, el jefe del banco central reconoce que la economía ha seguido funcionando bien en general aunque la incertidumbre sobre la política comercial está jugando su papel en la desaceleración global.
El mandatario de la FED ha enumerado una serie de de riesgos económicos y geopolíticos que la FED está monitorizando , muchos de ellos, señala Powell, vinculados a la guerra comercial de la Administración Trump. Entre eso, la posiiblidad de un Brexit duro, la tensión en Hong Kong, una desaceleración económica en regiones como Alemania y otros problemas en el extranjero, Powell ha dicho que necesitaba "mirar" a través de las turbulencias a corto plazo y centrase en cómo lo está haciendo la economía estadounidense.
Desde Link Securities reconocen el papel complicado que tiene el mandatario del organismo presionado por Trump y los mercados para que sea más agresivo en su política monetaria y continúe bajando los tipos de interés de referencia.
Powell además se enfrenta a un comité fragmentado donde hay miembros como la propia presidenta de la FED de Kansas – considerada una de las mayores ‘halcones’ de la institución - que no ve motivos para que la FED siga bajando los tipos de interés, teniendo en cuenta la fortaleza del mercado laboral y que la inflación está cerca de los objetivos de la FED.
Powell además ha reconocido que no hay un “libro de normas” para la actual guerra comercial entre EEUU aludiendo al desafío que supone “encajar la incertidumbre de política comercial en este escenario”. Estas declaraciones se producen después de que China haya anunciado este viernes que impondrá aranceles sobre 75.000 millones de dólares en productos estadounidenses al tiempo que reanudará las tarifas sobre el sector de la automoción. Unas medidas que se pondrán en marcha en diciembre, tras haberlas pausado en abril.
Los expertos reconocen que el tono utilizado por Powell puede decepcionar a los inversores que esperan que la FED reduza los tipos de interés en septiembre y posiblemente a lo largo de este año. Más teniendo en cuenta que los futuros sobre fondos federales muestran una probabilidad del 95% a que la FED baje los tipos de interés en un cuarto de punto en la reunión de septiembre. Powell ha mantenido su hermetismo habitual en materia monetaria sin hacer alusión alguna a la "bajada de mitad de ciclo" a la que se ha referido en su última reunión.