A pesar de la buena “salud” que muestran las bolsas americanas, algunos inversores apuestan por Europa frente a los parqués del otro lado del Atlántico. El gestor de Fidelity, Matt Siddle, considera que hoy por hoy “las acciones europeas de buena calidad están relativamente baratas frente a las acciones estadounidenses, atendiendo al PER a diez años ajustado por el ciclo”.

De hecho, este experto subraya que “la brecha de valoración está en su punto más amplio desde la burbuja tecnológica de 2000”. Comparadas con los bonos corporativos, las rentabilidades por dividendo de la bolsa europea, según Siddle, son más altas en casi un 50% de los casos, pero no sólo en sectores que tradicionalmente remuneran generosamente al accionista, como las telecomunicaciones y los servicios públicos, donde los fundamentales a largo plazo de algunas empresas podrían suscitar dudas, sino de forma generalizada”.

Lo cierto es que casi la mitad de los 600 valores que forman el MSCI Europe tienen una rentabilidad por dividendo superior al tipo de interés de los bonos corporativos. “Esto hace que las empresas europeas de buena calidad sean inversiones a largo plazo muy interesantes”, argumenta el gestor de Fidelity.

Varios indicadores revelan que la dispersión de las valoraciones se ha reducido mucho. “Tanto por PER como por una combinación de precio-valor en libros, PER y rentabilidad por dividendo, las brechas de valoración están en niveles bajos desde una perspectiva histórica”, asegura Siddle.

En un periodo de 20 años, las acciones de perfil "valor" se mueven en la parte superior de su banda de fluctuación frente a las acciones de buena calidad. Por lo tanto, “en comparación las empresas europeas de calidad están baratas desde un punto de vista histórico”.

Sobre el interés de los inversores por la renta variable europea, durante el pasado año se produjo un profundo cambio en el mercado del Viejo Continente, que pasó a comprar empresas de perfil "valor" y de mayor riesgo alejándose de las acciones de calidad, y muy especialmente de las empresas de crecimiento.

Esta tendencia, según Matt Siddle, ha constituido un obstáculo para el comportamiento de los fondos, que secrearon para invertir en empresas europeas de calidad: “Cuando las acciones de perfil 'valor' sobresalen, el fondo suele registrar un peor comportamiento relativo, pero cuando las acciones de crecimiento sobresalen, el fondo suele batir al índice”.

Lo interesante durante los últimos 18 meses aproximadamente es que las empresas de riesgo elevado han superado a las acciones de buena calidad, pero sin evidencias de mejoría de los fundamentales y sin las revisiones al alza de los beneficios que cabría esperar. “Se trata de la divergencia de mayor magnitud y duración entre acciones de calidad y de perfil 'valor' que hemos visto en más de 20 años”, sugiere el analista de Fidelity.

Las empresas de peor calidad también se han comportado de forma similar a los indicadores adelantados (que sugerían que los fundamentales mejorarían), lo que ha animado a los inversores a invertir en estas empresas con mayor riesgo, pero, como sabemos, los fundamentales no han mejorado. Por ello, sostiene Siddle, “los indicadores adelantados están empezando a darse la vuelta en toda Europa y eso debería ser favorable para las empresas de mayor calidad a medida que los inversores reevalúen su tolerancia al riesgo”.

Y tras esta visión, miramos ahora mismo a los índices europeos. El Ibex 35 sube un 0,90%, hasta los 10.973,50 puntos. Por valores son BME (+2,60%) y Banco Sabadell (+2,42%) los que más suben, mientras que las mayores pérdidas las encontramos en Amadeus (-0,39%) y Ebro Foods (-0,36%). 

Fuera de nuestras fronteras, los índices europeos cotizan con saldo positivo: Cac 40: +0,12% (4.554,26 puntos); Dax 30: +0,14% (9.962,25 enteros); Ftse 100: +0,26% (6.831,05 puntos); y EuroStoxx 50: +0,20% (3.273,53 enteros). 

María Díaz