Mientras la Unión Europea (UE) sigue envuelta en el lento proceso burocrático de implementar una unión bancaria que pretende abordar las quiebras de las entidades financieras minimizando los costes a los contribuyentes, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha advertido que esto no es un instrumento capaz de solucionar todos los problemas de Europa. “La unión bancaria no es la panacea para acabar con la fragmentación de los mercados financieros y estabilizar Europa por completo”, ha declarado Draghi en un discurso ante el Parlamento Europeo.
El máximo dirigente del BCE sí considera que el proyecto es de “importancia suprema”, pero ha recordado a los diputados parlamentarios que hacen faltan dar más pasos, como “continuar con la consolidación fiscal y la implementación de reformas estructurales, y también realizar progresos en (otros tipos de) 'uniones'”. Draghi ha clarificado que considera que la unión bancaria es “necesaria, pero insuficiente para romper el círculo vicioso entre bancos y países y recuperar un crecimiento económico sostenible”.
Después de la aprobación el pasado martes de una propuesta inicial de los ministros de Finanzas de la UE, el comisario europeo de mercados y servicios internos, Michel Barnier, ha anunciado hoy que el Parlamento Europeo y los Estados miembros de la UE han llegado a un acuerdo sobre la infraestructura de la recuperación y resolución bancaria. “Asegurar que se puede cerrar bancos en proceso de quiebra de una manera predecible y eficiente con un mínimo de fondos públicos es fundamental para recuperar la confianza en el sector financiero europeo”, ha explicado.
LA ASIGNACIÓN DE PÉRDIDAS
Las nuevas reglas incluirán un bail-in que obliga a los accionistas y acreedores de las entidades en proceso de bancarrota a asumir pérdidas aunque los depósitos, inferiores a 100.000 euros, estarán garantizados. Esta regla de bail-in comenzará a partir de 2016.
Si hacen falta recursos adicionales, vendrán de los fondos de resolución que cada Estado miembro individual establecerá por separado. Este tipo de fondo de resolución será constituido por dinero de los bancos que pagarán durante los próximos diez años hasta que llegue al 1% de los depósitos cubiertos. “Todas las entidades tendrán que poner dinero en estos fondos, pero el pago será más alto para los bancos que asumen más riesgos”, ha indicado Barnier.
En cualquier caso, este acuerdo no es el paso final para terminar la unión bancaria. Los Estados miembros de la UE aún tienen que acordar nuevas reglas para la garantía de depósitos y finalizar la creación de un mecanismo único de resolución. Barnier ha comentado que espera un acuerdo final sobre estos últimos asuntos “en los próximos días”. Los ministros de Finanzas de la UE esperan tener un acuerdo final preparado para la reunión extraordinaria del Ecofin el próximo 18 de diciembre para que se pueda presentar el plan a la cumbre europea en los dos días posteriores. En cualquier caso, las autoridades han indicado en repetidas ocasiones que quieren cerrar el acuerdo antes de fin de año para preparar el camino para la aprobación del Parlamento Europeo antes de las elecciones de mayo.
J.M.