¿Qué hemos aprendido de esta temporada de resultados?

¿Cómo se comparan los resultados con las expectativas? ¿O contra las cifras del año pasado? ¿Qué pasa con las revisiones de orientación? ¿Son generalmente positivos o negativos? Debemos establecer términos para una estrategia general para las acciones y el futuro.

Primero debemos recordad que el año pasado la economía cerró a causa de la pandemia por el COVID-19, por lo que intentar comparar no nos será útil. Es de esperar que los analistas hayan tenido en cuenta su previsión sobre el BPA del primer trimestre de 2021, por lo que las expectativas y cambios de orientación esperarán una recuperación en lugar de retrocesos.

“En ambos frentes, los datos hasta ahora son buenos y sugieren que la fortaleza del mercado de valores desde principios de año está plenamente justificada. De hecho, en términos de ganancias e ingresos, las cifras son extremadamente buenas”, indica Tillier.

Según la última publicación "Earnings Insights" de FactSet, con el 88% de las empresas del S&P 500 habiendo informando resultados, el 86% de ellas han superado las expectativas de ganancias por acción, con un 76% superando los ingresos. Esa cifra sorpresa positiva para EPS es la mayor desde que FactSet comenzó a rastrear esto en 2008 y la tasa de crecimiento de las ganancias para el últimotrimestre es 49.4%, la más alta desde el primer trimestre de 2010, cuando la comparación también se estaba haciendo a un trimestre extremo del año anterior.

Estas cifras son impresionantes, incluso dada su naturaleza excepcional con el trimestre pasado. Pero debemos tener cuidado y no entusiasmarnos. Es tentador encontrar similitudes con el 2010 y compararlo con aquella década alista tras la crisis con aumentos del 300% en el SP500 en el primer trimestre del mencionado año. Pero estaríamos sobre estimando estos datos.

“La diferencia es que en el primer trimestre de 2010 el índice había recuperado menos de la mitad de sus pérdidas resultantes de la recesión, mientras que esta vez cotiza aproximadamente un 25% por encima de donde estaba antes de la caída del año pasado. En ese contexto, superar un 49,4% parece un poco menos impresionante. Luego está el momento del rebote. Tras los acontecimientos de 2009, las acciones tardaron cuatro años en volver a los niveles anteriores a la crisis. Esta vez, lo hicimos en cinco meses”, destaca Tillier.

Evidentemente ambas situaciones son distintas. Se necesita mucho más tiempo revertir una crisis crediticia que una generada por una situación excepcional como la pandemia. Es notable el grado con que el mercado ha descontado las buenas noticias. Debemos considerar que 71 de las empresas que emitieron una guía sobre el BPA, 29 lo han hecho más bajo de lo esperado.

El rápido rebote no se debe a que el cierre fuera corto y reversible, tampoco a la aparición de las vacunas. La recuperación sigue siendo desigual con algunos sectores que es posible que nunca reemplacen todos los puestos de trabajo perdidos por el covid-19. Sin olvidar la ignorancia, miedo y rechazo hacia las vacunas en todo el mundo.

El rápido repunte se debe a que las respuestas de estímulo tanto monetario como fiscal fueron rápidas y han continuado. Entonces las acciones potenciales de la Fed y la aprobación de la última ley de estímulo tendrán mucha más influencia en el mercado que el desempeño de las empresas cuyas acciones se negocian. “Por esa razón, debería vigilar los precios de las materias primas y los datos del IPC de esta semana mucho más de cerca que las ganancias y, si puede soportarlo, debería estar atento a la negociación de caballos que tiene lugar en Capitol Hill”, indica Tillier.

“Si cree que está distorsionado, o fundamentalmente irrelevante, o tal vez simplemente incorrecto, me inclino a estar de acuerdo. Sin embargo, los traders e inversores siempre deben actuar basándose en lo que es, no en lo que creen que debería ser. Y por ahora, los ritmos de las comparaciones artificialmente bajas y de lo que parecen estimaciones de consenso muy inexactas siguen impulsando las ganancias. Mientras eso continúe, y asumiendo que el IPC subyacente no muestre un salto masivo el miércoles y asuste a los operadores sobre las intenciones de la Fed, el mercado alcista actual parece estar listo para continuar”, finaliza Tillier.