Jörg Asmussen ha anunciado su dimisión como miembro del Banco Central Europeo (BCE), lo que podría aumentar la presión sobre el actual presidente de la autoridad monetaria de la Zona Euro, Mario Draghi. Asmussen ha indicado que ocupará el cargo de viceministro de Empleo en el nuevo Gobierno de coalición en Alemania, a pesar de que el plazo de su puesto en el BCE no se cumple hasta 2019. Asmussen ha explicado que su decisión se debe, puramente, a razones personales. “La sede del BCE en Fráncfort con mi familia - dos niños muy pequeños- en Berlín no es algo compatible a largo plazo”, ha explicado a raíz de su dimisión.

Asmussen ha sido una fuente clave de apoyo para el presidente Draghi al defender sus políticas en Alemania a lo largo de la crisis. De hecho, se enfrentó con el otro representante germano en la cúpula del BCE, Jens Weidmann, presidente del Bundesbank, cuando el Tribunal Constitucional alemán escuchaba argumentos sobre la legalidad del programa OMT del BCE. Weidmann argumentó que los mercados de bonos deben imponer disciplina en las prácticas de financiación de los países, pero Asmussen defendió el programa insistiendo en que era necesario para salvar el euro.

Las especulaciones ya han comenzado en los medios financieros y apuntan a que el principal candidato a asumir el puesto de Asmussen es la actual vicepresidenta del Bundesbank, Sabine Lautenschläger. Si se confirma, algunos expertos han comentado que el número dos de Weidmann podría compartir sus opiniones, por lo que podría aumentar la presión sobre Draghi.

J.M.